Miles de personas se han manifestado este sábado en varias ciudades de Sudán, entre ellas la capital, Jartum, para criticar la «injerencia internacional» de Naciones Unidas en las difíciles negociaciones tras el golpe de Estado en el país africano.
El 25 de octubre de 2021, los líderes de una facción del Ejército –que contaban con el apoyo de varios grupos armados– derrocaron al Gobierno de transición instaurado a raíz del acuerdo entre militares y fuerzas de la sociedad civil tras la caída del exdictador Omar Hasán al Bashir en abril de 2019.
No obstante, los actuales líderes militares, con Abdelfatá al Burhan a la cabeza, han anunciado un principio de acuerdo para ceder el poder a un gobierno civil, no sin antes obtener garantías sobre su futuro.
Las protestas se han repetido en la ciudad de Kosti, en el sur del país, en respuesta a la iniciativa Llamada por Sudán del religioso Sheij Al Tayeb.
El clérigo ha explicado, en comentarios recogidos por el portal Al Intibaha, que estas marchas «tienen como objetivo defender la soberanía nacional frente a la injerencia de las embajadas extranjeras» y del mediador asignado por la ONU, el representante especial Volker Perthes, uno de los principales objetos de la ira de los manifestantes.
