El presidente del Bundesbank, el banco central alemán, Joachim Nagel, ha reconocido el riesgo de que la eurozona y la propia Alemania entren en recesión técnica entre el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023, aunque ha expresado su confianza en que no habrá un «aterrizaje brusco» de la economía y que el próximo año comience a verse «la luz al final del túnel», lo que sería también de ayuda para la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
En su intervención en un acto organizado por Nueva Economía Fórum, Nagel ha subrayado que la guerra de Ucrania «cambia las reglas del juego», no solo para los banqueros centrales, sino que tendrá consecuencias duraderas y quizá sea el comienzo de un proceso de «desglobalización».
En este sentido, ha resaltado el impacto negativo que desde el aspecto económico representa para Alemania, dada la dependencia del país del gas ruso, así como el desafío que la actual situación supone para la política monetaria en los próximos meses, donde la incertidumbre obliga a decidir «reunión a reunión» ante la dificultad de prever qué pasará.
El presidente del Bundesbank, que en su visita a España mantuvo este miércoles una reunión «con un intercambio de opiniones muy positivo» con la vicepresidenta y ministra de Economía de España, Nadia Calviño, ha destacado que los datos del tercer trimestre para la zona euro hayan sido mejores de lo esperado.
«No entramos en terreno negativo, aunque existe la probabilidad de recesión técnica en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023», ha destacado Nagel, para quien, en estos momentos, no parece que vaya a producirse un «aterrizaje brusco» para la economía europea. «Parece que la cosa no va a ir tan mal», ha apuntado.
En el caso de Alemania, el presidente del Bundesbank también ha reconocido que existe cierta probabilidad de que entre en una recesión técnica entre finales de 2022 y principios de 2023, aunque ha expresado su confianza en que «en 2023 vamos a ver la luz al final del túnel» y estos va a ayudar también a la política monetaria.
Por otro lado, en anticipación de la propuesta que la Comisión Europea tiene previsto presentar la semana próxima sobre la revisión de las reglas fiscales de la UE, el banquero germano ha defendido que no se debería aceptar demasiada flexibilidad y discrecionalidad con el riesgo de socavar las normas del nuevo pacto de estabilidad y crecimiento.
«Si se pone un margen demasiado grande se socavaría la esencia del pacto. Los límites de déficit no deberían ser burlados. Es importante contar con reglas firmes y que puedan aplicarse sin demasiada discrecionalidad», ha apuntado.
IMPUESTO A LA BANCA.
En cuanto al impuesto a la banca en España, sobre el que el BCE emitirá «muy pronto» su opinión, según ha indicado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también presente en el acto, el presidente del Bundesbank ha evitado pronunciarse directamente, limitándose a señalar que «es una decisión de los políticos».
«Si ellos ven la necesidad de introducir el gravamen, OK, pero está claro que no deberíamos olvidar que estamos en una situación económica complicada, ha señalado Nagel.
En este sentido, ha advertido de que los tipos van a subir más, lo que está bien para el negocio de los bancos, pero al mismo tiempo la ralentización de la actividad económica aumenta la probabilidad de más pérdidas en los balances de las entidades.
«Nuestro papel sería incrementar la resiliencia de los bancos», ha añadido.