El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha expresado este jueves su «respeto absoluto» por la movilización convocada para hoy por CCOO y UGT para pedir precisamente a la patronal que suba los salarios.
Garamendi, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha señalado que la CEOE «no está diciendo que no suban los salarios», sino que no aumenten en la misma medida que la inflación.
«No estamos diciendo que no puedan subir los salarios. Lo que no podemos es firmar que los salarios suban igual que la inflación sin más. Se puede hablar de productividad, de beneficios. Hay fórmulas», ha afirmado el líder de la patronal.
Garamendi ha asegurado que, pese a que las protestas sindicales son «legítimas», no está de acuerdo con el planteamiento sindical porque la negociación colectiva «está funcionando» aunque no se haya podido firmar un acuerdo global entre sindicatos y empresarios como en otras ocasiones.
«Es muy díficil hoy en día hacer un planteamiento global con la que está cayendo (…) El acuerdo de convenios es una recomendación y si es homogéneo y con una subida indexada a la inflación, va a ser difícil que podamos llegar a un acuerdo», ha insistido.
Garamendi ha asegurado que lo que tiene carácter normativo son los convenios colectivos, no un acuerdo de recomendaciones, y ha subrayado que se están negociando y cerrando muchos convenios pese a que no son negociaciones fáciles, pues no sólo los trabajadores están sufriendo la inflación, también las empresas, que en un 98% tienen menos de diez empleados.
Preguntado por la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que prepara el Gobierno para llevarlo hasta el 60% del salario medio, Garamendi ha afirmado que el SMI supera este umbral en «bastantes comunidades autónomas» y que hay que valorar cómo afectaría al sector del campo.
En su opinión, es «prematuro» ponerse a hablar del SMI ahora cuando es una cuestión que se suele abordar en diciembre. «Hay que hablar del SMI, pero a final de año. La ministra se ha puesto a hablar de esto casi a mitad de año y todavía es prematuro hablar del tema. Parece que, nos guste o no, vamos a vivir en una campaña política durante un año», ha ironizado Garamendi.
El dirigente de la patronal ha recordado, en todo caso, que la fijación del SMI es una facultad del Gobierno, previa consulta a los agentes sociales, por lo que «poco se puede hacer» desde la patronal.
«A todos nos gustaría que todo pudiera actualizarse, pero tenemos unos ingresos y gastos que son los que son», ha dicho Garamendi, que ha recordado que por cada punto que suben las pensiones, el gasto es de 1.500 millones de euros. «Es una factura que vamos a tener que pagar», ha remarcado.