La industria cárnica, que atraviesa por una «difícil situación» por el encarecimiento de las materias primas y el incremento «sin precedentes» de los costes de energía y resto de insumos, ha reclamado al Gobierno el aplazamiento del impuesto al plástico, cuya entrada en vigor está prevista para enero, según ha informado Anice en un comunicado.
En concreto, la patronal de la industria cárnica se ha sumado a la petición de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para que se retrase la entrada en vigor del Impuesto a los envases de plástico no reutilizables, así como que no adopte ninguna medida regulatoria o fiscal que añada más cargas y costes a las empresas en momentos tan difíciles.
El presidente de Anice, Alberto Jiménez, no ha dudado en mostrar su preocupación en estos complicados momentos. «En circunstancias como las actuales, las empresas no pueden asumir más costes y por tanto solicitamos a nuestro Gobierno que sea sensible a esta situación y retrase la entrada en vigor de este impuesto que, de implementarse ahora, agravará una situación de especial incertidumbre donde las empresas luchan por su supervivencia. Es momento de ayudar y de no poner más trabas», ha indicado.
La industria cárnica ha recordado que la entrada en vigor del Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables tendrá un impacto para la industria alimentaria de 690 millones de euros.
Además, el proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases elevará el coste de la industria en otros 5.000 millones de euros, poniendo en peligro la supervivencia de alrededor de 2.400 empresas y más de 25.000 empleos.
La industria cárnica ha recordado que la mayoría de los Estados miembros no han optado por medidas fiscales en la legislación de economía circular, a excepción de Italia que lo reguló antes que España, pero que ha ido posponiendo la entrada en vigor de este impuesto en sucesivas ocasiones, consciente de la situación económica actual.
Además, han señalado que la normativa española «va más allá» de lo que exigen las directivas europeas, lo que coloca a las empresas españolas en inferioridad de condiciones ante sus homólogas del resto de la UE.
Por otra parte, han indicado que «no hay suficiente disponibilidad» de material plástico reciclado de calidad alimentaria para poder cumplir los requisitos que establece la Ley.
Anice ha incidido en que la industria cárnica está comprometida con la sostenibilidad. Así, el pasado año ahorró 48.952 toneladas de CO2 gracias al reciclado de sus envases, e implementó un total de 269 medidas de ecodiseño para mejorar la sostenibilidad de sus envases, lo que supuso un ahorro de 727.444 kilogramos de materias primas, 1.284.654 metros cúbicos de agua y 17.809 megavatios MW de energía, según los datos facilitados por Ecoembes.