Greenpeace ha reclamado al Gobierno que asuma el «liderazgo mundial» en la lucha contra el cambio climático elevando el objetivo de reducción de emisiones del 23 al 55%, que las subvenciones a los combustibles fósiles se dirijan a la acción climática y que se logre aprobar el mecanismo de pérdidas y daños en el marco de la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU que se celebra en Sharm-El Sheik (Egipto).
En el inicio de la segunda semana de negociaciones de esta COP27, la ONG denuncia que los contaminadores tienen más voz en la cita internacional que los que están más afectados por los efectos del cambio climático.
En concreto, el experto en cambio climático de Greenpeace España, Pedro Zorrilla, ha reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez que eleve el objetivo de reducción de emisiones de España del 23 por ciento actual al 55 por ciento; que las subvenciones actuales a los combustibles fósiles se dirijan a financiar la acción climática y que se asegure que en la COP27 se aprueba el mecanismo para pérdidas y daños.
«Sólo así puede conseguir comenzar a mover el círculo vicioso que mantiene a millones de personas en el mundo al borde del abismo climático», considera.
La ONG valora que cuestiones serias exigen líderes serios y capaces de comprender los vínculos entre la adaptación, la mitigación, las pérdidas y los daños y capaces de distinguir entre un ciclo de financiación vicioso o virtuoso.
En ese sentido, exige justicia climática para las generaciones presentes y también para las futuras. «Sólo así puede conseguir comenzar a mover el círculo vicioso que mantiene a millones de personas en el mundo al borde del abismo climático», ha manifestado.
En el contexto de la COP27, la ONG a nivel internacional denuncia que la cumbre «reprime la disidencia», ignora las voces de las personas afectadas y antepone los contaminadores a la justicia climática y que «solo» se podrán recuperar la esperanza y el progreso si se quita el micrófono a los contaminadores y se entrega a las personas de las comunidades y países afectados.
Por ello, la ONG considera que para que la COP27 sea un «éxito» se debe acordar la creación de un mecanismo financiero específico para pérdidas y daños, garantizar una financiación adecuada para la adaptación y la transición ecológica y justa de los países del sur global y acelerar la eliminación de los combustibles fósiles de acuerdo al límite de 1,5 °C.
En este contexto, el director Ejecutivo de Greenpeace en el Sudeste Asiático y jefe de la delegación de la ONG, Yeb Saño, ha advertido de que las personas y el planeta están siendo «marginados, empujados a los márgenes y a los rincones de la COP27, enterrados bajo los logotipos de las empresas y los grupos de presión de los combustibles fósiles».
«Esta es la COP de África, donde las voces de las personas más afectadas por los impactos climáticos deberían ser las que más se oigan, y los resultados deberían responder a las necesidades de las personas y del planeta, no a la codicia de los contaminadores», lamenta.
La ONG reclama que pérdidas y daños formen parte de los resultados definitivos de la COP27 e insiste a los países en desarrollo a mantenerse «firmes» en su exigencia de acordar un mecanismo de financiación dedicado a las pérdidas y daños.
«Ha llegado la hora de dejar de discutir sobre miles de millones y cambiar el sistema para redirigir los billones que causan el cambio climático a la financiación de la acción climática y la transición justa. Si el Covid nos ha demostrado algo en los últimos dos años, además de recordarnos que nadie está a salvo hasta que todos lo estén, es que cuando existe la voluntad política, se pueden redirigir enormes ríos de dinero en un instante», ha apuntado.