La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OPEP) ha decidido revisar a la baja sus previsiones de demanda mundial de crudo en un contexto de acumulación de riesgos macroeconómicos como una mayor inflación, mayores niveles de deuda y problemas de suministro, según se desprende de su informe mensual sobre el mercado petrolero, publicado este lunes.
En concreto, la OPEP estima que la demanda de crudo crezca en 2,55 millones de barriles diarios este año, lo que supone una revisión a la baja de 0,1 millones de barriles por jornada. De esta forma, la demanda mundial de crudo se situará en 99,57 millones de barriles.
Por grupos de países, los pertenecientes a la OCDE consumirán 1,28 millones de barriles más este año, hasta situarse en 46,12 millones. De su lado, el resto de naciones elevará su demanda en 1,27 millones por día, hasta situarse en 53,45 millones de barriles.
Aunque la demanda durante el segundo trimestre ha sido mejor de lo esperado, las previsiones en el tercer y cuarto trimestre se han revisado a la baja «debido a la política de Covid cero en China, las incertidumbres geopolíticas actuales y a la actividad económica más débil».
Para 2023, la OPEP ha reducido su previsión de crecimiento de la demanda en 0,1 millones de barriles, hasta 2,34 millones por día. De esta forma, el cartel petrolero estima que la demanda mundial de crudo sea de 101,82 millones de barriles diarios el año que viene.
«Los riesgos a la baja incluyen la alta inflación, el endurecimiento monetario de los principales bancos centrales, los elevados niveles de deuda soberana en muchas regiones, el endurecimiento de los mercados laborales y los problemas persistentes de la cadena de suministro», ha subrayado la OPEP en su informe en referencia al «periodo de incertidumbre significativa» que está afrontando la economía mundial.
En octubre, de acuerdo con los datos secundarios que maneja el cartel, la OPEP redujo su producción de petróleo en 210.000 barriles por día, hasta situarse en 24,494 millones. Arabia Saudí fue el país que más contribuyó, con una caída de 149.000 barriles, hasta 10,838 millones, mientras que Angola bombeó 1,067 millones de barriles, (78.000 menos).
Irak, el segundo mayor productor perteneciente a la OPEP, produjo 4,572 millones de barriles en el décimo mes del año. Esto supone un incremento de su producción en 20.000 barriles por jornada frente a septiembre.
Los datos preliminares de septiembre, los últimos disponibles, apuntan a que el ‘stock’ de petróleo de la OCDE se elevó en 13,4 millones de barriles respecto al mes anterior, por lo que las reservas totalizaron 2.749 millones de barriles. Esta cifra está 218 millones por debajo de la media de los últimos cinco años y es 21 millones inferior al dato registrado un año antes. El nivel de reservas indica que la OCDE tiene petróleo disponible para 58,4 días, lo que representa cinco días menos que la media del último lustro.
En octubre, el precio medio del crudo de la OPEP disminuyó en 1,70 dólares con respecto a septiembre, situándose en 93,62 dólares por barril.