La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado que se ha dado de plazo esta semana para cerrar un acuerdo con la banca en torno a las medidas destinadas a aliviar la situación de deudores hipotecarios vulnerables, según ha trasladado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Calviño ha aseverado que su departamento tiene reuniones diarias con las asociaciones bancarias. «Espero que cuanto antes lleguemos a un acuerdo. Les hemos dado esta semana para poder cerrar un acuerdo. Queremos que cuanto antes se adopten estas medidas y estén en vigor el 1 de enero», ha afirmado.
Asimismo, ha señalado que se está trabajando en dos vías, por un lado, ampliar y mejorar el funcionamiento del Código de Buenas Prácticas para refinanciaciones de deuda, que ya existe, y cuyo objetivo son las familias «más vulnerables», y, en segundo lugar, establecer un protocolo adicional para apoyar a las familias de clase media que puedan verse en riesgo de vulnerabilidad por la «acelerada» subida de tipos de interés.
Sobre el impacto que estas medidas pudieran tener sobre las cuentas de resultados de los bancos, Calviño ha hecho referencia a «los miles de millones de euros en beneficios» que los principales grupos bancarios han anunciado en las últimas semanas.
Calviño se ha reiterado así en las declaraciones que realizó la semana pasada en RNE, cuando ya incluyó a las clases medias como uno de los colectivos a tener en cuenta en el nuevo protocolo que se está negociando entre Economía y los representantes de la banca española.
En ese momento, la vicepresidenta primera también instó a ir «más allá» en las medidas que hasta entonces había propuesto el sector, como es la extensión del plazo de hasta cinco años de las hipotecas variables contratados por familias vulnerables que se hayan encarecido más de un 30% por la subida del Euríbor.
La vicepresidenta primera consideró el pasado jueves que esta iniciativa es «un buen punto de partida», pero pidió más medidas para «aplanar la curva de los tipos de interés», como llegar a una cuota «más asumible» por parte de las familias o que no haya un aumento de los costes financieros por el alargamiento de plazos.