El Pentágono de Estados Unidos ha celebrado la retirada de las tropas rusas de Jersón como «una gran victoria para el pueblo ucraniano y su Ejército», aunque ha alertado de que Moscú no parece dispuesto a dejar el resto de territorios por lo que «sin duda todavía hay una dura lucha por delante».
«El suceso más significativo durante el fin de semana ha sido la retirada del Ejército ruso de la ciudad de Jersón y de la orilla oeste del río Dniéper», ha señalado en un comunicado el Departamento de Defensa de Estados Unidos citando a uno de sus funcionarios.
A pesar de este logro, Washington ha alertado de que los rusos «no parecen dispuestos» a seguir cediendo terreno por lo que «sin duda todavía hay una dura lucha por delante». A su vez, ha lamentado los daños causados en Jersón, incluidas infraestructuras civiles vitales, por las tropas del Kremlin.
Con la llegada del invierno, Estados Unidos especula con la posibilidad de que los combates disminuyan. Sin embargo, desde el Pentágono han recalcado que no así la ayuda militar. «Seguiremos trabajando con ellos, junto con nuestros aliados y socios internacionales para garantizar que tengan lo que necesitan», ha dicho.
Hace una semana Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda para Ucrania valorado en 400 millones de dólares, como parte de los 18.600 millones de dólares de asistencia militar que Washington se ha comprometido a entregar desde el inicio de la invasión de Ucrania hace ahora cerca de nueve meses.