Investigadores del Technion – Instituto Tecnológico de Israel han desarrollado una técnica para medir los efectos a largo plazo de las combinaciones de antibióticos, o cócteles, que son de gran interés ya que el uso de antibióticos suele provocar el rápido desarrollo de la resistencia bacteriana a estos fármacos.
La investigación, publicada en la revista científica ‘Nature’, ha evidenciado que, en muchos casos, la combinación de varios antibióticos puede reducir la eficacia del tratamiento a largo plazo, lo que significa que la combinación de fármacos podría resultar inferior al éxito de cada uno por separado.
Sin embargo, señalan que hay combinaciones específicas que sí consiguen evitar el desarrollo de resistencias y, por tanto, proteger al paciente durante un largo periodo de tiempo de la agresiva bacteria.
La bacteria analizada en el estudio es el ‘Staphylococcus aureus’, una bacteria especialmente violenta que ha desarrollado resistencia a muchos tipos de antibióticos. Es responsable de una parte importante de las infecciones nosocomiales (en hospitales o clínicas). El estudio se realizó tanto en cultivos de esta bacteria en el laboratorio como en un modelo animal: las larvas de la polilla Galleria mellonella.
Los antibióticos son una familia de medicamentos que desempeñan un papel fundamental en la medicina moderna y salvan vidas a diario. Las sustancias antibióticas naturales que se desarrollaron durante la evolución en los hongos y las levaduras fueron descubiertas hace aproximadamente un siglo en las investigaciones de Alexander Fleming, el australiano Howard Walter Florey y el inmigrante a Inglaterra desde Berlín, de ascendencia ruso-alemana-judía, Ernst Boris Chain. Los tres compartieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1945. En el último siglo, el tratamiento con antibióticos ha salvado a cientos de millones de personas.
Sin embargo, el éxito de los antibióticos se ha convertido en un arma de doble filo, ya que el uso generalizado de estos fármacos antibacterianos conduce al desarrollo evolutivo de bacterias que desarrollan resistencia.
Esta tendencia suscita el temor justificado de una era post-antibiótica, o un periodo en el que las bacterias dejarán de responder a los antibióticos y la gente morirá, como en el pasado, por infecciones que ahora se consideran leves y no peligrosas.
En esta nueva investigación, se examinó una combinación de diferentes fármacos antibióticos que previenen la formación de resistencia. Los investigadores observaron que la pandemia de COVID-19 ha aumentado el uso de antibióticos, a pesar de que el SARS-CoV-2 no se ve afectado por los antibióticos porque es un virus y no una bacteria.
Sin embargo, la administración de antibióticos ayuda a los pacientes de COVID-19 a evitar infecciones bacterianas secundarias. Con el aumento del uso de antibióticos, se acelera la evolución de las cepas de ‘Staphylococcus aureus’ resistentes.
En resumen, los investigadores descubrieron que las combinaciones de antibióticos pueden perjudicar la eficacia del tratamiento y señalan combinaciones específicas que aceleran o inhiben el desarrollo de bacterias resistentes. Con ello, contribuyen a allanar el camino hacia tratamientos más eficaces y a frenar la «epidemia de resistencia» que amenaza a la humanidad.