La Policía Judicial de Portugal ha detenido este miércoles a 35 personas sospechosas de pertenecer a una red criminal que traficaba con seres humanos para hacerles trabajar en los campos del Bajo Alentejo, en el sur del país.
Los detenidos, ciudadanos portugueses y extranjeros con edades comprendidas entre los 22 y los 58 años, están acusados de tráfico de personas, asociación criminal, blanqueo de capitales y falsificación documental, detalla la Policía en un comunicado recogido por medios locales.
«Los sospechosos integran una estructura criminal dedicada a la explotación laboral de inmigrantes, en su mayoría, captados en sus países de origen, tales como Rumanía, Moldavia, India, Senegal, Pakistán, Marruecos, Argelia, entre otros, para trabajar en instalaciones agrícolas», señala el comunicado policial.
Dichas instalaciones agrícolas en las que estas personas eran explotadas laboralmente están situadas en las localidades del Bajo Alentejo de Beja, Cuba y Ferreira, según ha adelantado la agencia Lusa.
Decenas de personas habrían sido víctimas de esta red de tráfico de personas, según la investigación de la Policía, que se remonta al año pasado, los líderes de esta organización criminal son miembros de varias familias rumanas, que contaban con el apoyo de algunos portugueses.