El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Rumanía, Nicolae Ciuca, han acordado este miércoles la creación de un grupo de trabajo para que estudie las opciones para la concesión de la nacionalidad española a los 1,1 millones de rumanos que residen en España.
Este ha sido uno de los principales resultados de la primera cumbre hispano-rumana que se ha celebrado en Castellón y que, según ha dicho Sánchez, pone de manifiesto la estrecha relación entre los dos países, que adquirió el rango de asociación estratégica en 2013 y en la que ambos quieren seguir profundizando.
Sánchez ha agradecido la contribución a la prosperidad y el desarrollo de España que hace la comunidad rumana, muchos de ellos ya segunda y tercera generación, subrayando que para ellos será de «gran relevancia» la decisión de crear «un grupo de trabajo para estudiar la posibilidad de llegar a adquirir la nacionalidad española sin tener que renunciar a la rumana».
No obstante, el presidente del Gobierno no ha querido dar plazos para que esta decisión se materialice, esgrimiendo que la decisión ya es en sí misma «un mensaje político extraordinario» toda vez que España solo tiene acuerdos de doble nacionalidad con Portugal y desde hace apenas un año con Francia, al margen de varios países iberoamericanos.
Así pues, ha subrayado que «si se produce y cuando se produzca, que se producirá, será el tercer país en Europa con el que tenemos este tipo de alianzas y reconocimiento». En este sentido, ha apostado por dejar que los ministerios de Exteriores e Interior trabajen y «a partir de ahí procederemos». Con todo, se ha mostrado convencido de que será «algo positivo para los dos países».
Por su parte, el primer ministro rumano ha agradecido el esfuerzo realizado para que se haya podido llegar al acuerdo para la creación del grupo de trabajo «con vistas a identificar los siguientes pasos que se tienen que dar para que los rumanos que viven y trabajan en España puedan acogerse a la doble nacionalidad».
Asimismo, ha dado las gracias por la forma en la que se ha integrado en España a los rumanos y por cómo estos han comportado, «haciendo que el país se sintiera orgulloso de ellos» y sin perder su identidad nacional.
El que ahora se vaya a estudiar concederles la doble nacionalidad, ha dicho Ciuca, «representa una prueba más de la solidez de las relaciones históricas y es un reconocimiento del valor que la comunidad rumana añade a la vida española». Así las cosas, se ha mostrado convencido de que esto será una realidad «no muy lejana» una vez arranque el trabajo técnico entre los ministerios, convencido de que «encontrarán la manera de sortear las dificultades y llegar al resultado deseado».