Rabah H., señalado por la Fiscalía como el presunto líder de una célula yihadista desarrollada con «el ideario» del Estado Islámico que tenía entre sus planes «la perpetración de un atentado» en Barcelona, ha negado este miércoles durante el juicio en la Audiencia Nacional los hechos de los que se le acusa. «Somos amigos, aquí no hay ninguna célula», ha asegurado.
En la primera sesión de la vista oral Rabah, para quien el Ministerio Público pide 14 años de cárcel por un delito de promoción y dirección de un grupo terrorista, ha insistido en que está acusado «de una cosa que es mentira». «No somos una banda o tenemos algo que hacer: cada uno vive su vida», ha añadido.
Rabah, también conocido como Berkan Azizi, es según el Ministerio Fiscal el líder de la célula terrorista afincada en Barcelona y en la que se habrían integrado Omar N., encargado de formación y contacto con DAESH; Hatab S., alias ‘Miami’, al mando del aparato informático, y Lyes A., alias ‘Soufian’, identificador de objetivos.
El Ministerio Público sostiene en su escrito que la célula se encontraba en disposición de actuar en la capital catalana. «No solo se habían formado teóricamente en los postulados del salafismo yihadista radical, sino que además se habían adiestrado en la elaboración de explosivos y en el manejo de otro tipo de armas y habían iniciado el proceso para proveerse del armamento necesario a tal fin», explica la Fiscalía.
Rabah, sin embargo, ha sostenido que no se comunicó con nadie para tratar de hacerse con armamento o para la elaboración de explosivos. Sobre este punto, ha recordado el día que los Mossos d’Esquadra registraron su domicilio. «Vino el de bombas, va al armario de la cocina y coge pimienta roja, negra* y nada. Y encima dice ‘fake news’, así en inglés», incidiendo en la ausencia de material para atentar.
El principal acusado, además, ha negado los supuestos vínculos familiares con organizaciones terroristas. «Mi padre cumplió una condena de 10 años por hachís», ha explicado, añadiendo que el GIA, el brazo armado del Frente Islámico de Salvación Argelino, mató a su primo y a la hija de su prima. La Fiscalía, por el contrario, sostiene que Rabah utilizaba en España el nombre del citado Berkan Azizi «para así ocultar la relación de su padre y su tío» con el propio GIA.
EL DAESH «NO ME HA ENTRADO EN LA CABEZA»
Omar N., el supuesto encargado de la formación de la célula, ha explicado su relación con Lyes, que se haría cargo de la identificación de objetivos. «Le conozco desde que éramos niños. Robábamos. A otro le conozco de hace 20 años, del mismo barrio de siempre. A veces jugábamos a fútbol o tomábamos algo. Después cada uno a su trabajo, y yo me quedé ladrón», ha afirmado.
Sin embargo, Omar N. ha negado de forma rotunda su presunta cercanía al DAESH. «Eso no me ha entrado en la cabeza», ha señalado, haciendo énfasis en que sus hábitos son lo contrario a los postulados defendidos por la organización terrorista. «Todos los bares, todos me conocen, yo soy de noche. Yo bebo un poco», ha añadido.
Por su parte, Hatab S., presuntamente encargado de la logística informática del grupo, ha detallado en qué consiste su trabajo. «Estoy en España desde 1998. Era ladrón hasta 2009, que empecé a trabajar como técnico de electrodomésticos e instalador de antenas parabólicas», ha explicado.
En sus labores, no obstante, Hatab S. no accedía al «contenido» de los dispositivos que arreglaba, entre los que se contaban tablets y ordenadores. «Yo como mucho conozco la reparación, eso de hackear no es mi tipo de trabajo. Si lo fuera viviría mejor: sería un ciberdelincuente si hubiera sabido hacer esas programaciones», ha enfatizado.
El acusado también ha descartado que se dedicase a instalar programas para que sus compañeros pudieran acceder a la ‘deep web’, desde donde se podría acceder a contenido radical.
Hatab S. ha defendido, en este contexto, que la instalación de archivos y programas de los que le acusa la Fiscalía están al alcance de «cualquier persona» con un móvil. «Hay aplicaciones que están para ver fútbol. Hay montones. Tarjeta roja… para ver el fútbol. Y Movistar Plus, para no pagar, lógico», ha aseverado.
«ME GUSTAN LOS BARCOS»
El señalado como presunto identificador de objetivos para la célula, Lyes A., ha sostenido que está en «contra de los terroristas». Así las cosas, ha negado que compartiese un video en el que se realizaban amenazas expresas hacia Barcelona porque compartiese las intenciones de atentar. «Le mandé este vídeo a un amigo que tenía epilepsia para darle un poco de coraje, para animarlo», ha señalado.
Lyes A. también ha sido abordado por las fotografías que fueron encontradas en su teléfono móvil de varios yates propiedad de ciudadanos rusos. Este asunto guarda especial relevancia en tanto que la Fiscalía aduce que la célula, y en concreto Lyes A., se fijaron «especialmente» en «intereses rusos».
«Ellos dicen que los propietarios son rusos, yo no lo se. Ese es mi barrio, paro ahí, como ahí, ando ahí. Llevo más de 20 años ahí. Hay más de 30, 40, 80 fotos: son mías de recuerdo. Tengo un montón la verdad, me gustan los barcos», ha justificado.
VOLVER A TRAFICAR CON ARMAS SERÍA «UNA TONTERÍA»
Hichem H., que según el Ministerio Público habría colaborado con la célula para conseguir datos sobre objetivos, trabajaba en una empresa de mantenimiento de esos mismos barcos de lujo. «Donde han hecho las fotos todo el mundo se hace fotos. Yo llevo casi 15 años en este trabajo, siempre para la misma empresa», ha explicado.
El acusado se ha desmarcado de las búsquedas relacionadas con DAESH que se localizaron en uno de sus dispositivos incautados. «Era una tablet robada, no sé qué tenía dentro», ha señalado, negando que haya tenido ningún tipo de contacto con Estado Islámico. «Nunca, nunca, nunca», ha enfatizado.
Por otro lado, Younas E., acusado de ayudar a la célula para intentar obtener armamento, ha rehusado que colaborase con el grupo con este fin. A su juicio sería «una tontería» haber estado en prisión por tráfico de armas y «volver a ofrecer» este tipo de productos nuevamente. «No cabe posibilidad de esto», ha afirmado.
Younas E., que coincidió en prisión «tres o cuatro días» con el presunto líder del grupo, ha negado que le ofreciese la posibilidad de adquirir armamento. Además, ha dejado claro que no detectó señal de radicalización en el principal acusado.
LOS SUPUESTOS CÁNTICOS YIHADISTAS El último en declarar este miércoles ha sido un agente encubierto que se relacionó con todos los acusados, y que ha asegurado, entre otras cuestiones, que les escuchó entonar diversos cantos yihadistas y hablar sobre el Estado Islámico.
Con todo, y tras las dudas surgidas a preguntas de las defensas, el presidente del tribunal ha tratado de discernir por qué llegó a la conclusión de que las canciones a las que ha aludido estaban relacionadas con el yihadismo. «Hay muchos tipos de música en árabe. ¿Usted pudo identificar esa música en algún momento? ¿Tenía sospechas o lo sabía?», le ha abordado el juez José Antonio Mora.
El agente ha señalado que se documentó previamente y visionó algún vídeo para poder «conocer la voz» e identificar si se trataban de cánticos de ese estilo. «Y alguno de esos me sonaba», ha asegurado, reconociendo que, no obstante, no podría decir con exactitud el título de ninguna de esas canciones.