El presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha asegurado hoy que en España la línea editorial mayoritaria de los medios de comunicación parece ser más de «derechas». En este contexto, ha expresado su «mayor respeto» al hecho de que el ex vicepresidente del Gobierno central y ex dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, pretenda poner en marcha una televisión en Internet.
«El que quiera la escucha y el que no quiera, no», ha indicado Barbón, en declaraciones a los medios de comunicación durante su visita al colegio Laviada, en Gijón.
«En este país sobra crispación», ha agregado el dirigente regional, quien ha ratificado sus palabras sobre que la línea editorial mayoritaria de los medios de comunicación parece ser más de «derechas», tal como dicen, según él, los expertos internacionales en valoración de medios.
Ha precisado, eso sí, que no se trata de que sea algo malo, sino de que es «una realidad». Para él, en lo que respecta al nuevo medio de Pablo Iglesias, todo lo que sea pluralidad informativa, «bienvenido sea», ha remarcado.
Ha animado, incluso, a no quedarse solo con lo de que dice un medio, sino consultar varios, para sacar cada uno sus propios enjuiciamientos.
Ha reconocido, no obstante, que la «toxicidad» del debate público es «repulsiva», al considerar que hay medios que no hacen política informativa sino «calumnias, descalificaciones e insultos».
TONO NAUSEBAUNDO Ha salvado de ello a los medios asturianos, de los que ha afirmado que son «ejemplares» respecto a lo que se ve a nivel nacional, que llega a ser «un tono nauseabuendo», ha lamentado.
«Los políticos no ayudan nada», ha reconocido sobre este tema, a lo que ha remarcado que los medios al final lo que reflejan es lo que hacen los políticos. Ha defendido, en este contexto, que él no va a hacer «nunca» política insultando a los demás», por mucho que pueda discrepar de otras ideologías.
Barbón ha matizado que cuando dice que en el PP, «el candidato por descarte», no es que sea un insulto, sino que es una «definición objetiva de algo que está pasando», ha sostenido. Ha reivindicado, por todo ello, la política «sin insultos».