Un tribunal de Irán ha condenado a otros diez años de cárcel a dos destacadas miembros de la minoría bahai en el marco de una nueva campaña de represión contra esta comunidad, según ha denunciado la oficina de la Comunidad Internacional Bahai (BIC) ante Naciones Unidas.
«En medio de unas acciones crecientemente violentas y represivas por parte de las autoridades iraníes contra sus propios ciudadanos, dos mujeres bahai, Mahvash Sabet y Fariba Kamalabadi, consideradas símbolos de resistencia en Irán tras pasar diez años en prisión, han sido sentenciadas a una nueva pena de diez años de cárcel», ha dicho.
Sabet, de 69 años, y Kamalabadi, de 60, fueron arrestadas por primera vez en 2008 y condenadas junto a otras cinco personas a diez años de cárcel, tras lo que fueron liberadas en 2018. En esta ocasión, han sido sentenciadas tras un juicio que duró una hora que «principalmente fue utilizada para que el juez insultara y humillara a las acusadas».
«Es profundamente preocupante saber que estas dos mujeres bahai, que ya perdieron injustamente una década de sus vidas en prisión por sus creencias, están siendo encarceladas de nuevo durante diez años por los mismos cargos ridículos», ha señalado la representante de la BIC ante la ONU, Simin Fahandej.
«Mahvash y Fariba son viudas, madres y abuelas de familias que ya han estado forzadas a soportar su ausencia durante diez años brutales. En lugar de expresar su disculpa a estas familias por el injusto encarcelamiento que ya han sufrido, el Gobierno iraní repite, de forma increíble e inexplicable, esta crueldad por una segunda vez», ha lamentado.
En este sentido, Fahandej ha hecho hincapié en que la «ridícula» sentencia ha sido formulada «sin ninguna base de pruebas», por lo que ha hablado de «burla absoluta por parte del sistema judicial iraní, donde los jueces actúan como fiscal, juez y jurado». «No hay palabras para describir esta absurda y cruel injusticia», ha resaltado.
Así, la BIC ha indicado en un comunicado publicado en su página web que ambas fueron arrestadas el 31 de julio, fecha en la que arrancó «una nueva campaña contra los bahai en Irán», antes de detallar que un total de 320 miembros de la que es la mayor minoría no musulmana del país «se han visto afectados por actos de persecución» desde entonces.
«Decenas han sido arrestados en varios puntos de Shiraz, en la provincia de Mazandarán y otras partes de todo el país. Viviendas propiedades de bahai en la aldea de Roshankú fueron demolida», ha señalado, antes de apuntar a un «discurso de odio y propaganda» por parte del Gobierno iraní contra esta comunidad. En este sentido, ha subrayado que «al menos 90 bahai están en estos momentos en prisión o están sometidos a degradantes monitorizaciones a través de dispositivos fijados en sus tobillos».
La fe bahai es monoteísta y fue fundada en Irán en 1863 a partir de las enseñanzas de Bahaulá, a quien consideran su profeta. Esta religión, considerada una herejía por las autoridades musulmanas iraníes, contempla un respeto a la Torá, la Biblia y el Corán al considerar que son parte de una serie de revelaciones sucesivas por parte de Dios.
Bahaulá fue uno de los discípulos de Alí Mohamad, quien dos décadas antes proclamó ser la ‘puerta’ al imam oculto, el Mahdi, tras lo que fundó el babismo. Finalmente y tras años de persecución, fue capturado y fusilado en 1850 en la ciudad de Tabriz.
Tras proclamarse como profeta y fundar el bahaismo, Bahaulá tuvo que escapar al exilio y finalmente se asentó en Haifa y Acre, entonces en el Imperio Otomano y en el actual Israel. La persecución a los bahais –que tienen su principal centro religioso en Haifa– se ha recrudecido en Irán desde la Revolución Islámica de 1979.