Las autoridades iraníes han ejecutado este lunes al segundo prisionero que ha sido oficialmente condenado por un presunto delito derivado de las protestas que se organizan en distintos puntos del país desde la muerte bajo custodia policial de la joven kurda Mahsa Amini.
El prisionero, identificado como Majidreza Rahnavard, estaba condenado a pena de muerte por presuntamente matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herir a otros cuatro con un arma blanca a finales de noviembre.
Los agentes habrían arrestado al sospechoso el 28 de noviembre, mientras planeaba huir del país. Inmediatamente después del arresto, habría comenzado el proceso de su caso, informa la agencia de noticias semioficial Tasnim.
En la sesión del tribunal, el acusado habría aceptado su autoría en los crímenes, lamentando que ha «afligido a muchas familias».
A finales de la semana pasada, Irán anunció que había ejecutado al primer prisionero, identificado como Mohsen Shekari, condenado por herir «intencionalmente» a un guardia de seguridad con un cuchillo largo y bloquear una calle de la capital.