El Papa ha bautizado a trece niños, hijos de empleados del Vaticano, en la Capilla Sixtina, bajo los frescos del Juicio Final de Miguel Ángel, y ha instado a sus padres y padrinos educarlos en la fe y «enseñarles a rezar».
Así, en la breve homilía que ha improvisado ha instado a sus padres y padrinos «a enseñar a sus hijos la fecha del bautismo como un nuevo cumpleaños» y también a que lo «recuerden y agradezcan a Dios por esta gracia de ser cristianos».
Con esta celebración del bautismo, en la que se rememora el bautismo de Cristo en las aguas del río Jordán, el Pontífice ha agradecido a los padres y madres de los bebés traer a sus hijos «para hacerlos entrar en la Iglesia» y ha incidido en su responsabilidad en «la tarea de ayudarlos en este camino, enseñarles a rezar desde niños, o al menos a hacer los gestos de la Cruz, de la oración».
Así, ha reivindicado la oración como el elemento que «da fuerzas toda la vida, en los momentos buenos para agradecer al Señor y en los malos para encontrar la fuerza. «Lo primero que deben hacer es rezar», ha recalcado.
Del mismo modo, ha pedido que también estas oraciones sean dirigidas a la Virgen María: «Se dice que cuando alguno está molesto con el Señor, la Virgen está siempre cerca para mostrarnos el camino y regresar», ha manifestado.
Además, ha pedido a los familiares de las criaturas que, si algún bebé quiere llorar que lo haga, incluso les ha invitado a darles de comer si sienten hambre: «Pueden darles de comer con total libertad. Lo importante es la conciencia de que hoy se celebra el nuevo camino cristiano. A ustedes le corresponde ayudarles, gracias por esta decisión de bautizarles», ha insistido.
La celebración del bautismo es una de las pocas que el Pontífice celebra bajo los frescos del Juicio Final de Miguel Ángel, donde tienen lugar los cónclaves en los que los cardenales menores de 80 años eligen al nuevo Papa.
Fuente: (EUROPA PRESS)
