La tasa de feminicidios en 2021, con 2,37 víctimas por cada millón de mujeres mayores de 15 años, fue la más baja de la serie histórica, con un descenso del 39,5 por ciento desde 2003, que fue el año con la tasa de muertes por violencia de género más alta (3,92), según un informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En 2021, la violencia de género dentro de la pareja o expareja se cobró la vida de 49 mujeres, la misma cifra que en 2020, aunque con la diferencia de que aquel ejercicio estuvo marcado por la crisis sanitaria del Covid. Asimismo, siete menores murieron a manos de sus padres biológicos.
«Son datos que confirman la tendencia observada en los últimos años, en los que nos enfrentamos a cifras muy alejadas de los valores de la primera parte de la serie histórica. Es innegable que la consolidación y el perfeccionamiento de políticas públicas de protección contra la violencia de género encuentra su reflejo en un descenso significativo del promedio anual de feminicidios», valora el Observatorio del CGPJ en su informe, consultado por Europa Press.
En concreto, atribuye este descenso al «aumento de la concesión de medidas de protección», al «perfeccionamiento de las herramientas telemáticas» o al «incremento porcentual de las sentencias condenatorias». En cualquier caso, hacen esta valoración positiva «desde la mayor cautela» y subrayan que la cifra de 49 asesinatos machistas es «intolerable» y justifica la «vocación de perfeccionamiento de las políticas públicas».
De los datos se desprende que 10 de las 49 mujeres asesinadas (el 20,4%) había presentado denuncia previa, una cifra superior a la del año anterior (18,4% en 2020), pero inferior a la de la serie temporal 2003-2021 (25,2%). Además, cinco de los agresores (10,2%) tenían antecedentes por violencia machista con otras parejas.
PUNTOS DÉBILES EN LA CADENA DE PROTECCIÓN El informe realiza un estudio detallado de los antecedentes de esos diez casos con el fin de «identificar aspectos que puedan ser corregidos o puntos débiles en la cadena de protección para proceder a reforzarlos».
De los quince procedimientos judiciales analizados, abiertos a raíz de las denuncias previas, en el 73,3% de los casos fueron presentadas directamente por la víctima ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Cinco de los agresores fueron objeto de más de una denuncia. En más de la mitad de los casos (60%) se trataba de episodios de violencia física (empujones, tirones de pelo, golpes e intentos de asfixia); en el 25%, la denuncia fue por violencia psicológica (amenazas de muerte, insultos, desprecios y vejaciones o amenazas de privar a la víctima de sus hijos); y en el resto de casos (15%), por quebrantamiento de las medidas de protección.
En nueve de los procedimientos judiciales analizados se había evaluado el riesgo mediante el sistema automatizado policial (VioGén), dando como resultado un caso de riesgo alto, cuatro de riesgo medio, dos de riesgo bajo y dos en los que no se apreció la existencia de riesgo. No se registró ninguna valoración de riesgo extremo.
De las diez mujeres que presentaron denuncia, nueve habían solicitado en sede policial medidas de protección que se adoptaron en todos los casos, menos en uno. Estas medidas consistían en la prohibición de aproximación a la víctima, prohibición de comunicación con ella, prohibición del derecho a tener y portar armas a dos de los agresores y prisión preventiva a otro más.
En cuatro de los 10 casos con denuncia previa, las medidas permanecían vigentes en el momento del homicidio. De los procedimientos abiertos a raíz de las denuncias, uno se sobreseyó, en diez se dictaron autos de apertura de juicio oral y en cuatro, la instrucción no había concluido cuando se produjo el crimen. Se llegaron a celebrar ocho juicios (todos ellos con sentencia condenatoria) ya que dos de los denunciados respecto de los que se había dictado auto de apertura de juicio oral se suicidaron.
SEIS HOMBRES ASESINADOS Por otro lado, el Observatorio analiza los casos de violencia doméstica íntima y concluye que seis hombres fueron asesinados en 2021 por sus parejas o exparejas, todas ellas mujeres; y en ninguno de estos casos había denuncia previa de la víctima contra su agresora.
Como consecuencia de los crímenes por violencia de género y violencia doméstica, 35 menores quedaron huérfanos: 33 por el asesinato de sus madres y dos, por el de sus padres. Con independencia de su edad, en 2021 fueron 73 los hijos e hijas que perdieron a sus madres.
El informe, publicado este miércoles recoge otros datos como que, en 2021, se cometió un asesinato por violencia de género cada 7,5 días; que el peor día de la semana para la violencia machista fue el domingo, con el 19,1% de los casos, y los peores meses: junio, durante el que tuvieron lugar el 10 de los 49 crímenes, y diciembre, con un total de 9.
Atendiendo al perfil de las víctimas, la media de edad fue de 44,6 años en 2021, siendo las franjas de edad comprendidas entre los 36 y los 45 años y entre los 46 y los 55 las que mostraron un mayor porcentaje de mujeres asesinadas, con el 30,6% y el 22,4%, respectivamente. El 57,1% eran españolas y el resto procedían de otros dieciséis países, la mitad de ellas, de América Latina.
El 63% de las mujeres asesinadas en 2021 (31 de las 49 víctimas) mantenían la convivencia con el agresor en el momento del crimen, un porcentaje superior al de la serie histórica 2003- 2021 (61,7%) e inferior al registrado en 2020 que, como consecuencia del estado de alarma, fue del 80%.
En 7 de los 49 feminicidios existía una medida de alejamiento en vigor y en dos más habían existido medidas, pero fueron canceladas; en uno de los casos con orden de alejamiento activa persistía la convivencia.
Además, en el 42,9 % de los casos existía un vínculo matrimonial entre víctima y agresor, mientras que en el 57,1 % restante la relación entre víctima y agresor era de otro tipo.
El método utilizado con más frecuencia para cometer el crimen fue el arma blanca (46,8%), seguido del arma de fuego (19,1%), la asfixia o estrangulamiento (15%) y los golpes con o sin objetos (10,6%). El domicilio, común o de uno de los miembros de la pareja o expareja, fue el escenario en el 81% de los casos.
EN CASI 600 MUNICIPIOS, AL MENOS UN FEMINICIDIO DESDE 2003 Por comunidades autónomas, en términos absolutos, las ciudades con más feminicidios fueron Madrid (3), Pozuelo de Alarcón (2), Torrevieja (2) y Valladolid (2). Por provincias, Madrid fue la que registró más crímenes machistas (8), seguida de Barcelona (6), Alicante (4) y Tarragona (3). Entre 2003 y 2021, 578 municipios españoles han registrado al menos un caso de feminicidio.
En cuanto al perfil del agresor, el informe revela que son hombres con una media de edad de 49,1 años (4,5 años más que la media de edad de las víctimas) y de nacionalidad española en siete de cada diez casos. Casi en la mitad de los casos (42,9%), el agresor resultó detenido tras cometer el crimen y en el 28,6%, se suicidó. En cuanto a la nacionalidad, el 78,6 por ciento de los suicidas eran españoles.
Asimismo, en tres de los 49 casos analizados, la agresión se extendió a los hijos e hijas de las mujeres asesinadas, lo que causó tres víctimas mortales más: un bebé de 11 meses y dos menores de 7 y 11 años de edad.
Fuente: (EUROPA PRESS)