Las llamadas telefónicas de una enfermera pueden mejorar la supervivencia de los pacientes tratados por insuficiencia cardiaca, según ha puesto de manifiesto un nuevo estudio realizado por investigadores del Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai (Estados Unidos).
Los expertos han estado estudiando formas de mejorar las tasas de supervivencia, ya que aproximadamente un tercio de las personas con insuficiencia cardiaca mueren dentro del año posterior a la hospitalización. De hecho, estudios previos han mostrado que entre el 15 y el 20 por ciento de las personas hospitalizadas por insuficiencia cardiaca regresan al hospital dentro de los 30 días.
El trabajo, publicado en el ‘Journal of Cardiac Failure’, incluyó a 1.313 pacientes mayores de 50 años que fueron hospitalizados por insuficiencia cardiaca aguda descompensada entre octubre de 2011 y septiembre de 2013 en seis centros médicos académicos de California.
La mitad se aleatorizó para recibir un nuevo plan de atención posterior a la hospitalización, donde los pacientes recibieron educación sobre la insuficiencia cardiaca antes del alta, junto con un promedio de cinco llamadas durante un período de 180 días. A cada paciente de este grupo también se le proporcionó un tensiómetro y una báscula. Las enfermeras programaron llamadas telefónicas periódicas para preguntar sobre el peso, la presión arterial, la frecuencia cardiaca y cualquier síntoma inusual. Los pacientes que reportaron resultados o síntomas anormales recibieron más llamadas de seguimiento.
La otra mitad de los participantes se asignó al azar a la atención habitual, que consistió en una enfermera que los educó sobre la insuficiencia cardiaca antes de ser dados de alta y, para la mayoría de los pacientes, una llamada del hospital una vez en casa.
Los investigadores agruparon a los pacientes según el número de sus comorbilidades, o cuántas otras enfermedades y condiciones de salud tenían además de la insuficiencia cardiaca. El grupo de comorbilidad baja estaba formado por personas con cero a dos comorbilidades, el grupo moderado incluía personas con tres a ocho comorbilidades y el grupo de comorbilidad alta estaba formado por personas con nueve o más comorbilidades.
Los pacientes del grupo de alta comorbilidad que estaban en el grupo de intervención tenían un 25 por ciento menos de probabilidades de morir a los 30 días y 180 días que los pacientes del grupo de control. También permanecieron fuera del hospital una media de 152 días frente a una media de 133 días para los pacientes que no recibieron la intervención.
Los pacientes en los grupos de comorbilidad baja y moderada que recibieron llamadas más frecuentes no tuvieron resultados diferentes estadísticamente significativos que los pacientes que solo recibieron una llamada telefónica. Las tasas de reingreso fueron similares para los grupos de intervención y control.
«Lo que hace que este estudio sea único es nuestra metodología, cómo agrupamos a las personas según la cantidad de comorbilidades que tenían. Los investigadores pueden considerar usar un enfoque similar para identificar qué pacientes pueden beneficiarse más de las intervenciones para la insuficiencia cardiaca», han detallado los expertos.
Fuente: (EUROPA PRESS)