
Obispos de todo el mundo, entre ellos, el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, que han viajado esta semana a Jordania al encuentro que organiza la Coordinadora de los obispos para la Tierra Santa (Holy Land Coordination), han pedido a sus países que ayuden a Jordania en la acogida de refugiados.
«Es imperativo que nuestros propios países desempeñen su papel para aliviar la presión sobre el pueblo de Jordania, aumentando la asistencia humanitaria sobre el terreno y ofreciendo una acogida más amplia a los propios refugiados», subrayan los prelados en su mensaje final.
Los obispos piden un «trato digno» para todos aquellos que buscan refugio en Jordania, especialmente en el acceso a la atención médica y en el derecho al trabajo; y reconocen la presión que recae sobre las comunidades locales que han acogido a estas personas pero que carecen de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades.
Por otro lado, los prelados denuncian las «crecientes violaciones contra la dignidad humana en otras partes de Tierra Santa». En concreto, muestran su «profunda preocupación» por «las amenazas a la convivencia pacífica en Israel, el recrudecimiento de la violencia en Cisjordania, el crecimiento sostenido de los asentamientos contrario al derecho internacional y el mayor número de palestinos muertos en más de veinte años».
En este contexto, se hacen eco de la llamada de los líderes de la Iglesia a «un proceso de paz genuino arraigado en el derecho internacional, para que se conceda la libertad al pueblo palestino y para que se respete la igualdad de derechos de todas las comunidades».
Fuente: (EUROPA PRESS)