El coordinador del Grupo de trabajo de Endoscopia Bariátrica y Metabólica (EBAME) de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), Josep Merlo Mas, ha señalado que podría haber ’’mala praxis’’ detrás de los casos de botulismo en Turquía por las inyecciones gástricas de neurotoxina botulínica para perder peso, por lo que desaconseja hacer ’’turismo sanitario’’ para someterse a esta operación.
A través de un comunicado, el experto detalla que la intervención que se realizó a estos pacientes es ’’un procedimiento de endoscopia bariátrica que se puede indicar como tratamiento de la obesidad.
’’Se realiza bajo control endoscópico por vía oral, y consiste en la administración de toxina botulínica serotipo A, mediante inyecciones intragástricas múltiples (generalmente más de 10) a nivel de la capa muscular del antro gástrico y del cuerpo o fundus gástrico’’, explica.
Según Merlo Mas, esta toxina botulínica tipo A produce una parálisis muscular local y se utiliza para el tratamiento de diversas patologías secundarias a la contracción muscular excesiva, como ’’algunos tipos de cefalea, el blefaroespasmo, la distonía muscular, el cardioespasmo de la acalasia e, incluso, para relajar la musculatura facial y eliminar arrugas’’.
El experto defiende que ’’también se puede utilizar en casos debidamente seleccionados de pacientes con preobesidad y obesidad, como tratamiento temporal, por su efecto sobre la motilidad gástrica, retrasando el vaciamiento gástrico y produciendo saciedad precoz, con lo que se facilita seguir unos hábitos alimentarios saludables y conseguirunapérdida del exceso de peso’’.
Al hilo, apunta que, ’’según estudios publicados, esta técnica endoscópica es generalmente bien tolerada y segura, aunque su efecto es limitado y temporal, con una duración de hasta unos 6 meses’’.
En los casos graves de botulismo en Turquía, el experto cree que ’’debe investigarse motivos de mala praxis médica que pudieran ser causa de las complicaciones presentadas por estos pacientes, como la calidad de la toxina botulínica tipo A, las dosis totales administradas, la localización de las inyecciones y la profundidad a nivel de la capa muscular en la que se realizan, y si ha podido producirse alguna inyección intravascular’’.
’’RIESGOS DEL TURISMO SANITARIO PARA TRATAR LA OBESIDAD’’ Estos casos de botulismo en Turquía ahondan en una advertencia realizada recientemente por la SEEDO, en colaboración con la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), que efectuaba una llamada de atención sobre la creciente tendencia de turismo sanitario para intervenciones de cirugía de la obesidad.
Según estas sociedades científicas, durante el último año ’’se ha generalizado en las Unidades de Obesidad la llegada de pacientes que consultan tras haber sido operados de obesidad grave en el extranjero, especialmente en Turquía’’.
Para estos expertos, ’’no hay duda de que el principal motivo que empuja a este turismo médico es la inasumible lista de espera para la cirugía bariátrica que existe en la mayoría de los hospitales públicos en España’’. ’’Al mismo tiempo, someterse a este tipo de cirugía en un país como Turquía es prácticamente 3 veces más económico que en España’’, indican.
Por todo ello, desaconsejan ’’firmemente’’ el turismo sanitario, y específicamente el relacionado con la cirugía de la obesidad, con ’’el objetivo final de salvaguardar la salud de las personas y evitar complicaciones’’.
Al mismo tiempo, han pedido a las autoridades competentes que regulen el acceso a este tipo de cirugía, y ’’pongan los medios para que la cirugía de la obesidad sea considerada una cirugía prioritaria’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)