El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha propuesto al Gobierno etíope la nominación de su portavoz y miembro de la Ejecutiva de la formación, Getachew Reda, como presidente de la región de Tigray, en virtud del acuerdo de paz entre ambos bandos que devuelve al grupo parte de sus competencias de gobierno en este territorio del norte del país tras dos años de violentísimo conflicto armado.
Getachew ha sido nominado a última hora del sábado tras recibir 18 de los 41 votos del comité central del TPLF, según informa el ’Addis Standard’, al que fuentes próximas a la votación perciben como una segunda opción por detrás del líder del grupo y comandante de las fuerzas de la organización durante el conflicto, Debretsion Gebremichael, cuya nominación el Gobierno etíope considera inaceptable.
Si el Gobierno de Etiopía admite a Getachew — una figura que cuenta con el beneplácito de Estados Unidos, en especial tras la positiva reunión que el portavoz mantuvo esta semana con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante la visita de éste al país africano –, se convertiría en el presidente de la llamada Administración Regional en Funciones de Tigray, un nuevo órgano de Gobierno pactado en el acuerdo de paz de Pretoria (Sudáfrica) en noviembre del año pasado.
Esta nueva administración, dependiente del Gobierno etíope pero con ciertas competencias de autonomía, tiene como principal objetivo la consolidación de rutas de suministros para facilitar la llegada de ayuda humanitaria a los cientos de miles de afectados por el conflicto que sacudió durante dos años el norte del país, uno de los más sangrientos de la historia del continente, que habría dejado entre 100.000 y 600.000 muertos, según estimaciones extraoficiales de responsables etíopes y de la Unión Africana, respectivamente.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo.
El estallido de los combates llegó tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusó a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
Fuente: (EUROPA PRESS)