El presidente del partido Los Republicanos, Éric Ciotti, ha restado importancia a las discrepancias internas por las mociones de censura presentadas contra el Gobierno francés y ha dado por hecho que la reforma de las pensiones será aprobada definitivamente este lunes.
’’Estoy seguro’’, ha dicho Ciotti, en una entrevista a la cadena BFMTV en la que ha subrayado que ’’la inmensa mayoría del grupo de Los Republicanos no votará a favor de ninguna moción de censura’’, horas antes de que se estudien las dos iniciativas apoyadas por la izquierda y por la ultraderecha.
Dichas mociones fueron presentadas el viernes, después de que el Gobierno de Elisabeth Borne recurriese al artículo 49.3 de la Constitución para evitar perder una votación sobre la reforma de las pensiones y que dicha iniciativa siguiese adelante, a costa de poner en peligro la supervivencia del propio Ejecutivo.
Ciotti ha apelado a la ’’responsabilidad’’ de la derecha tradicional en Francia, después de que varios diputados hayan expresado públicamente su aval a la moción descrita como ’’transpartidista’’ y apoyada, entre otros, por el dirigente de La Francia Insumisa (LFI) Jean-Luc Mélenchon.
Para el presidente de Los Republicanos, votar a favor de alguna de las dos mociones equivale a ’’desear’’ que Mélenchon pueda ser primer ministro o que la excandidata presidencial de Agrupación Nacional Marine Le Pen esté el cargo de Finanzas. ’’Todo esto es ridículo’’, ha remachado.
Sin un respaldo generalizado de Los Republicanos, las mociones están abocadas al fracaso. Para que alguna de ellas salga adelante, necesita del respaldo de 287 legisladores –serían 289 en condiciones normales, pero hay dos escaños vacantes– y las cuentas no salen para la oposición.
Si salta la sorpresa, supondría la caída del actual Ejecutivo y el presidente francés, Emmanuel Macron, debería designar un nuevo equipo, sin cortapisas. De hecho, tendría en su mano volver a nombrar a Elisabeth Borne como primera ministra, aunque la imagen de la dirigente ha salido dañada de todas estas semanas de pulsos parlamentarios y protestas en las calles.
La ley francesa no obliga a Macron a disolver la Asamblea Nacional y, por tanto, convocar nuevas elecciones, algo que vienen reclamando en estos últimos meses algunas de las principales voces de la oposición al albor de las movilizaciones desatadas contra la reforma de las pensiones, que plantea entre otras medidas retrasar de 62 a 64 años la edad de jubilación.
Desde el jueves, las protestas han sido constantes y este lunes ha amanecido de nuevo con algunas barricadas y bloqueos, así como problemas en algunos sistemas de transporte que afectan, por ejemplo, al tráfico de algunos de los principales aeropuertos de Francia, según Franceinfo.
Fuente: (EUROPA PRESS)