
La firma del acuerdo político de transición prevista en Sudán para este sábado ha quedado aplazada, en principio, al próximo 6 de abril, por las diferencias que persisten entre el Ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Acción Rápida (FAR) sobre la integración final de las Fuerzas Armadas.
El taller de seguridad que se ha celebrado esta semana en la capital del país, Jartum, ha terminado sin consenso entre los dos principales cabecillas del país, el líder golpista y jefe del Ejército Abdelfatá al Burhan y el máximo responsable de las FSR — y número dos de la actual junta — Mohamed Hamdan Dagalo alias ’Hemedti’.
Ante este retroceso, los signatarios civiles y militares del acuerdo marco y del mecanismo tripartito acordaron una reunión de emergencia este sábado en el Palacio Presidencial de Jartum para fijar una nueva fecha para la firma del acuerdo político final, según ha hecho saber el portavoz de las autoridades sudanesas, Jalid Omer Yusif, en un comunicado recogido por el ’Sudan Tribune’.
Tras el encuentro, Al Burhan y ’Hemedti’ acordaron la celebración de un sprint final de negociaciones sobre la estructura de las fuerzas armadas para no dilatar todavía más el proceso y dejarlo zanjado para el jueves, 6 de abril, según un comunicado recogido por el ’Sudan Ajbar’.
El medio avisa, no obstante, que en una nota posterior del Consejo Soberano de Sudán — el actual órgano de gobierno configurado por los militares — sobre la reunión no hay mención explícita a esa fecha.
LA REFORMA DEL EJÉRCITO A lo largo de los meses de conversaciones para la consecución del acuerdo de transición, la reforma del Ejército ha sido siempre uno de los temas más espinosos.
Las FSR, uno de los principales grupos armados en el país, han expresado serias dudas sobre la presencia en las filas de oficiales todavía leales al dictador Omar al Bashir, cuyo derrocamiento en 2019 abrió el periodo de convulsiones políticas que intenta cerrar este esperado acuerdo.
’Hemedti’ exigía a Al Burhan, además, garantías de que sus fuerzas paramilitares gozarían de plena integración en el futuro Ejército unificado de Sudán, libre además de ’’elementos islamistas’’.
’’Todas las partes continuarán entablando discusiones serias, con el fin de superar los últimos obstáculos en el camino hacia un acuerdo que restablezca el camino de la transformación civil democrática’’, ha añadido el portavoz, ’’según el cual se forme una autoridad civil para liderar la transición y aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo, que nunca ha retrocedido en el logro de sus objetivos’’.
LA COMUNIDAD BEJA BLOQUEA EL ESTE DEL PAÍS A pesar del aplazamiento del acuerdo, los líderes de la comunidad beja del este del país han comenzado a bloquear el tránsito por las carreteras del territorio en cumplimiento de su ultimátum contra la firma del pacto.
Muchos grupos civiles sudaneses se han mostrado en contra de estas negociaciones para el llamado ’’acuerdo marco’’ al entender que los militares seguirán estrechamente vinculados a la política del país. Al Burhan ha querido llamar a la calma y asegurado que ese no será el caso.
No obstante, bajo el líder militar recae la sombra de la represión durante la ola de protestas de finales del año pasado contra la persistencia de los militares en el poder y que, según asociaciones civiles como el Comité de Doctores de Ciudad, dejó al menos un centenar de fallecidos.
Otros grupos, como el Consejo Beja, piden medidas adicionales contra la marginación que perciben en el seno de su comunidad y, como medida de protesta, ya ha dado orden a sus simpatizantes de que corten los accesos a los estados orientales de Kasala y Mar Rojo, según ha podido confirmar la cadena panárabe Al Arabiya.
En principio los bloqueos solo durarán 24 horas, según un comunicado del consejo tras una reunión mantenida el pasado viernes en Port Sudan, la capital del estado de Mar Rojo.
Fuente: (EUROPA PRESS)