Este sábado, 15 de abril, el Papa Francisco ha recibido en audiencia a un grupo de personas con discapacidad intelectual de la Fundación Madre de la Esperanza de Talavera de la Reina (Toledo), que han estado acompañadas por el arzobispo y presidente del patronato de esta institución diocesana, Francisco Cerro, así como por familiares, profesionales, voluntarios y benefactores del centro, que esta año cumple el cincuentenario de su creación. En total 160 peregrinos han sido recibidos por el Santo Padre en la Sala Clementina de El Vaticano.
El Papa Francisco ha saludado a todos. ’’Me alegra mucho que estén hoy aquí y que puedan compartir conmigo y juntos la fiesta de la resurrección del Señor. Una fiesta que se prolonga y que todavía celebramos, en esta vigilia del Domingo de la Misericordia. Sé que ustedes también tienen otro motivo para celebrar, nada menos que cincuenta años unidos para trabajar y crecer juntos. Y esto es algo muy hermoso’’.
Según les ha comunicado, ’’el camino de la vida es como ese viacrucis que ustedes organizan todos los años para acompañar al Nazareno’’. ’’Por un lado, hay que preparar muchas cosas, escuchar, aprender, experimentar; en definitiva, ayudarse unos a otros, teniendo muchas veces la humildad de reconocer que no podemos hacerlo solos. Después hay que pedirle al Señor la valentía de salir a la calle, llevando su imagen para que todos lo puedan contemplar. Y así, ustedes llevan a Jesús a los demás, aunque no se den cuenta, y lo llevan con sus gestos, con sus cantos, con sus oraciones’’.
Algunos de ustedes son artistas, hacen verdaderas obras de arte, que después se venden, ha precisado el Papa Francisco, que ha indicado que ’’ser capaces de ganarse la vida es importante, porque el obrero merece su salario, pero creo que el beneficio del trabajo es mayor para aquellos que reciben esos pequeños objetos, tal vez como regalo, y ven todo el cariño que ustedes han sido capaces de poner en su fabricación’’.
Además, les ha pedido que para los próximos cincuenta años, el propósito sea el de ’’trabajar unidos y agradecer llenos de gozo porque Jesús nos ha elegido para esta gran misión. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa, la Madre de la Esperanza, los cuide siempre. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí’’, ha dicho, según ha informado el Arzobispado en nota de prensa.
La Fundación Madre de la Esperanza de Talavera de la Reina atiende en la actualidad a más de 400 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias, en los diferentes servicios que han ido poniéndose en marcha a lo largo de estos 50 años para apoyarles de manera integral en su proyecto de vida: atención temprana, centro de educación especial, centro especial de empleo, dos talleres ocupacionales, hogar de menores tutelados, cuatro viviendas con apoyos, servicio de capacitación laboral para personas con discapacidad, servicio de ocio inclusivo y voluntariado.
Fue el cardenal Marcelo González Martín, arzobispo de Toledo, quien en 1973 puso en marcha en Talavera de la Reina un Centro de Educación Especial y unos talleres ocupacionales para personas con discapacidad bajo la protección de la Virgen María con la advocación Madre de la Esperanza, en respuesta a la iniciativa de unas familias católicas que deseaban proporcionar a sus hijos con discapacidad intelectual un futuro de dignidad, de desarrollo personal y de plena inclusión en la vida de la sociedad.
En estos 50 años de historia la dirección fue encomendada en primer lugar al Instituto secular San Bonifacio (1973-1998) y posteriormente a las Hijas de la Caridad (1998-2021). Actualmente los servicios de la Fundación son dirigidos por un equipo de profesionales, bajo la dirección general del sacerdote diocesano Felipe García Díaz-Guerra.
Fuente: (EUROPA PRESS)