Las ciudades madrileñas de Boadilla del Monte, Majadahonda y Las Rozas, junto con Arrecife (Las Palmas), son los municipios que mejor competitividad fiscal agregada presentan según el informe ’La competitividad fiscal de las entidades locales y de las comunidades autónomas’, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Entre los diez mejores también estarían Mijas (Málaga), Sagunto (Valencia), Dos Hermanas (Sevilla), Alcobendas (Madrid), Ourense y Getafe (Madrid).
Por el contrario, Reus (Tarragona), Girona y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) son los municipios que peor competitividad fiscal presentan de toda la muestra analizada por el IEE. Entre los diez municipios con peor competitividad fiscal también se encontrarían Lleida, Tarragona, Gandía (Valencia), La Línea de la Concepción (Cádiz), Elda (Alicante), Alcoy (Alicante) y Granollers (Barcelona).
El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, ha subrayando en rueda de prensa para presentar el informe la importancia de la tributación local y autonómica dentro del sistema fiscal español.
El informe del IEE evalúa la carga tributaria que soportan los ciudadanos de 141 municipios con más de 50.000 habitantes. Los datos analizados permiten detectar aquellas administraciones que aplican mejores prácticas desde un punto de vista de la competitividad fiscal.
MADRID, ZARAGOZA Y MÁLAGA LIDERAN LA COMPETITIVIDAD ENTRE LOS GRANDES Entre los municipios españoles con más de 500.000 habitantes destaca la mayor competitividad fiscal de Madrid, Zaragoza y Málaga. En el polo opuesto, Barcelona, Valencia y Sevilla presentan una presión fiscal normativa superior a la media nacional.
Si se realiza la agrupación por comunidades autónomas, usando la media ponderada de todos los impuestos, resulta que Islas Baleares es la comunidad autónoma que mejor competitividad fiscal local presenta, seguida por Madrid, Cantabria y Asturias, todas ellas por encima de la media nacional.
En el polo opuesto, Cataluña, Cantabria, Islas Baleares y Ceuta presentan la mayor presión fiscal normativa nacional, y, por tanto, la peor competitividad fiscal, todas ellas en más de un 8% por encima de la media nacional.
LA COMUNIDAD DE MADRID CUENTA CON EL SISTEMA FISCAL MÁS COMPETITIVO En relación con la competitividad fiscal de las comunidades autónomas, el sistema fiscal más competitivo corresponde a la Comunidad de Madrid (76,2 puntos), a los territorios forales del País Vasco (Vizcaya: 81,5 puntos; Álava: 82,2 puntos; Guipúzcoa: 84,8 puntos) y a Canarias (95,2 puntos).
De su lado, los peores resultados se obtienen en las regiones de Cataluña (123,8 puntos), Comunidad Valenciana (116,3 puntos), Aragón (115,3 puntos), Asturias (115 puntos) y Extremadura (110,2 puntos).
Según el IEE, las regiones que cuentan con un mayor bienestar económico, medido a través del PIB per cápita, son aquellas que presentan un mejor desempeño en competitividad fiscal.
La comunidad autónoma que obtiene mejores resultados en términos de competitividad regional es la Comunidad de Madrid, con un valor del Índice de Competitividad Regional (ICR) de 119,3 puntos. La sigue el País Vasco, con un valor del ICR de 107,6 puntos; y Cataluña, con 101,3 puntos, siendo estas tres regiones las únicas que superan la media europea dentro del territorio español.
Por el contrario, dentro de las regiones españolas con peores resultados, se sitúan Extremadura, Andalucía y Canarias, con una puntuación que no alcanza los 80 puntos, muy alejadas del promedio europeo.
Según se concluye en el análisis, la tributación por imposición personal sobre la renta, tanto en Madrid como en Barcelona, en el contexto de las grandes ciudades europeas, están en la zona media.
COMPARATIVA RESPECTO A OTRAS CIUDADES EUROPEAS Si bien llama la atención que, en ambos casos, la tributación de rentas de 24.000 euros es superior que en el resto, solo en Lisboa esta renta tributa más. En todos los casos analizados, los residentes en Madrid tienen una tributación inferior a Barcelona, si bien Madrid tiene una escala con mayor progresividad.
Este análisis abandona la comparativa de indicadores clásicos como la presión fiscal, el esfuerzo fiscal, el PIB y el PIB per cápita para centrarse en las ocho ciudades europeas seleccionadas (Madrid, Barcelona, Roma, Lisboa, Berlín, Londres, Ámsterdam y París) en la situación de personas concretas, en la fiscalidad en singular, a través de varios perfiles personales concretos, que permiten comparar la fiscalidad real sobre una persona residente en cualquiera de estas ciudades.
Fuente: (EUROPA PRESS)