El 45% de la población mundial cree que los hombres tienen más derecho que las mujeres a trabajar –un porcentaje que asciende al 11% en el caso de España– según se desprende del estudio ’Índice de Instituciones Sociales y Género 2023’ (SIGI) del Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que se ha presentado este jueves 27 de abril en un acto organizado con la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) en Casa de América, en Madrid.
’’Sin la eliminación de la discriminación de género y las actitudes sexistas no se podrá lograr un cambio real. Si siguen existiendo tratos discriminatorios por ejemplo, en los procesos de selección para entrar al mercado laboral o a la hora de pedir un préstamo, siempre seguirá habiendo barreras que impedirán alcanzar la igualdad de género’’, ha afirmado durante su intervención la jefa de División de Redes, Alianzas y Género del Centro de Desarrollo de la OCDE y responsable de SIGI, Bathylle Missika.
Según ha explicado durante el acto, SIGI es un índice que recoge datos de 179 países, en el que ’0’ es nula discriminación y ’100’ es absoluta discriminación. En este sentido, el estudio revela que Bélgica tiene la discriminación más baja, con un 7,6; seguida de Suecia y España, con una puntuación de 9; Italia con 9,4 y Taiwán con 9,5. La media mundial se sitúa en 30, la de Europa en 15 y la de países de la OCDE, en 16.
En el caso de España, aunque obtiene una ’’buena’’ puntuación, ha señalado que ’’aún tiene camino que recorrer’’ para alcanzar la igualdad de género en algunos indicadores como que las mujeres invierten más del doble de horas en trabajo no remunerado: 5 frente a 2 en el caso de los hombres, un indicador en el que España puntúa peor que la media europea y que los países de la OCDE.
Asimismo, el informe constata que, respecto a la brecha de género en los puestos de alta dirección, un 82% está ocupado por hombres, en línea con la media europea.
’’El índice hace visibles datos que debieran alarmarnos, es imprescindible acelerar el paso, sobre todo con lo que tiene que ver con las costumbres y actitudes que perpetúan las brechas en otros ámbitos y frenan el avance de las mujeres y de toda la sociedad’’, ha destacado la responsable de mujer y sostenibilidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, Laura Fernández Lord.
LATINOAMÉRICA MEJORA EN NIVEL DE DESCRIMINACIÓN El estudio refleja que Latinoamérica tiene un nivel de discriminación de 22 puntos, por lo que se sitúa por debajo de la media mundial y alejada de Asia (38) o África (41).
Según los datos del informe, en 2019, solo había 3 países con niveles muy bajos de discriminación, mientras que en la edición de 2023 hay 8 países (5 más). Además, Chile y Paraguay han pasado de un nivel medio de discriminación a un nivel bajo.
Costa Rica con una puntuación de 11, seguido por República Dominicana con 15 y Panamá con 16, son los tres países mejor calificados de la región, mientras que Perú obtiene una puntuación de 22, Colombia de 24 y Chile de 28.
De este modo, el estudio refleja que en América Latina y el Caribe se ha avanzado en los últimos años, en particular en la participación política de las mujeres, con un 35% de mujeres en los parlamentos, lo que convierte a la región en la que este promedio es el más elevado.
También constata que frente al 42% de personas que en el mundo piensa que los hombres son mejores administradores de empresas que las mujeres, en América Latina y el Caribe este porcentaje baja hasta un 21%. Sin embargo, hay aspectos en los que la región está ’’más rezagada’’, como la licencia por paternidad que es aún muy limitada.
’’Aunque hoy las mujeres representan alrededor del 60 por ciento de los graduados universitarios en la región, gran parte de este talento no se destina a su mejor uso. Las mujeres siguen estando concentradas en sectores de menor productividad, y, por ende, menor remuneración’’, ha defendido la representante en Europa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fazia Pusterla.
Por su parte, el director general de la Fundación Microfinanzas BBVA, Javier M. Flores, ha explicado que la igualdad de género ’’es una prioridad’’ si quieren alcanzar ’’un desarrollo económico y social, verdaderamente sostenible e inclusivo’’. ’’Estas discriminaciones perpetúan las brechas de género en otros ámbitos, como la desigualdad de ingresos, y frenan el progreso, para acelerarlo hay que medir y hacer visibles algunas cosas invisibles’’, ha añadido.
Fuente: (EUROPA PRESS)