El Papa ha lamentado ’’las puertas cerradas de la Iglesia’’ a los que ’’no están en regla’’ y ha pedido una Iglesia que no excluya a nadie, al tiempo que ha instadl a salir de las ’’zonas de confort’’ e ir a las ’’periferias’’ al tiempo que ha instado a forjar relaciones ’’de fraternidad y sin divisiones.
’’Todos nosotros, sin excluir a nadie, estamos llamados a salir de nuestras zonas de confort y a tener el valor de llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio’’, ha señalado Francisco en la homilía de la misa celebrada en la plaza Kossut Lajos de Budapest, primera cita pública de la tercera y última jornada en Hungría, que por la tarde incluye un encuentro con el mundo universitario y cultural.
El Pontífice ha considerado así que ’’es triste y duele ver las puertas cerradas’’ como muestra del ’’egoísmo’’ y del ’’individualismo’’ en una sociedad que ’’corre el riesgo de atrofiarse en la soledad’’.
’’Las puertas cerradas de nuestra indiferencia hacia los que sufren y son pobres; las puertas cerradas hacia los extranjeros, los diferentes, los emigrantes, los pobres. E incluso las puertas cerradas de nuestras comunidades eclesiales: cerradas entre nosotros, cerradas hacia el mundo, cerradas hacia los que ’’no están en regla’’, ha asegurado el Papa.
El Ppontífice ha considerado ante unas 50.000 personas, venidas no sólo de Hungría, sino también de los países vecinos, que los cristianos están llamados a ’’acoger y difundir su amor’’ y a hacer que su rebaño ’’sea inclusivo y nunca un redil excluyente’’.
’’Todos estamos llamados a cultivar relaciones de fraternidad y colaboración, sin dividirnos entre nosotros, sin considerar nuestra comunidad como un ambiente reservado, sin dejarnos atrapar por la preocupación de defender cada uno su propio espacio, sino abriéndonos al amor recíproco’’, ha concluido.
Fuente: (EUROPA PRESS)