Las ventas de coches en Rusia se hundieron un 59% en 2022 en comparación con el ejercicio anterior, lo que se traduce en alrededor de un millón menos de matriculaciones debido a las sanciones al país tras la invasión de Ucrania, una situación que abre las puertas de su mercado a las firmas chinas tras la salida de las marcas automovilísticas occidentales.
Así lo recoge Jato Dynamics en un informe en el que también indica que el mercado automovilístico ruso depende cada vez más de los importadores.
’’La retirada de las marcas occidentales ha creado una oportunidad para que China amplíe su presencia en el mercado automovilístico ruso, el vigésimo primero más grande del mundo en 2022’’, ha señalado la directora de Jato Dynamics para Europa del Este, Irina Dedova.
En ese sentido, por ejemplo, la semana pasada el grupo automovilístico Mercedes-Benz anunció la transferencia definitiva de sus actividades comerciales en Rusia al consorcio Avtodom. En tanto, Volkswagen señaló a comienzos de marzo que está estudiando la venta de su planta en la localidad de Kaluga un año después de tomar la decisión de parar la producción de vehículos en el país.
Otro de los numerosos ejemplos es el del grupo Renault, que firmó acuerdos para vender el 100% de sus acciones en Renault Rusia a la ciudad de Moscú y su participación del 67,69% en Avtovaz al Instituto Central de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores (NAMI), de titularidad pública.
A ello se suma la paralización de la actividad de otras compañías automovilísticas, como Stellantis, o la venta de Toyota de su planta en San Petersburgo al NAMI, entre otras operaciones similares dentro del sector, como la de Michelin, que está ultimando la transferencia de su fábrica en Davydovo tras poner fin a sus actividades en el país a mediados del pasado marzo.
En este escenario, Jato Dynamics considera que las marcas chinas tienen una oportunidad para aumentar su penetración en el mercado ruso.
Fuente: (EUROPA PRESS)
