Más de 700.000 personas han abandonado sus hogares en Sudán para convertirse en desplazados internos por los combates iniciados hace un mes entre el Ejército sudanés y tropas paramilitares, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), quien ha advertido de que la cifra es ’’más del doble’’ que hace apenas una semana.
En concreto, el martes de la semana pasada la ONU tenía registrados 340.000 desplazamientos por la actual ola de violencia, en un país que ya tenía 3,7 millones de desplazados internos antes de la actual crisis. Además, más de 100.000 personas han tenido que escapar hacia países vecinos, si bien el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) teme que estos cruces fronterizos superen los 800.000 si la situación persiste.
Un portavoz de la OIM, Paul Dillan, ha explicado en una comparecencia telemática que gran parte de los desplazados internos se alojan con familiares, mientras que otros han optado por refugiarse en escuelas, mezquitas u otros edificios públicos. Dillan ha puesto en valor la ’’generosidad’’ de la población local que ’’ha abierto la puerta’’ a quienes huyen de la violencia, si bien ha advertido de las ’’enormes presiones’’ que ello supone.
La ONU reclama poder entregar ayuda humanitarias sin ningún tipo de trabas, después de que en las últimas tres semanas varias agencias y organizaciones hayan denunciado ataques y saqueos contra su personal e instalaciones. ’’Los combates deben acabar y los trabajadores humanitarios tienen que poder retomar su trabajo para ayudar a quienes más lo necesitan, antes de que la situación se salga de control’’, ha señalado Dillan.
El balance de muertos a causa de los combates que estallaron a mediados de abril en Sudán entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha aumentado a más de 600, según datos facilitados este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando a su vez el Ministerio de Sanidad sudanés.
Fuente: (EUROPA PRESS)