El Gobierno de Austria ha confirmado que intensificará la vigilancia y el control en sus fronteras después de la decisión de Hungría de liberar a las personas extranjeras detenidas por tráfico de personas, siempre y cuando abandonen el país en 72 horas.
Según ha informado el Ministerio de Interior a la agencia austriaca de noticias APA, se controlarán sobre todos los vehículos procedentes de Hungría, Rumanía y Serbia.
Esta pasada semana, las autoridades húngaras comenzaron a implementar una polémica nueva norma –aprobada por decreto por el presidente, Viktor Orbán, hace un mes– que deja en libertad a personas encarceladas por tráfico de personas con la condición de que abandonen el país en un margen de tres días.
Tal y como ha informado el consejero de Seguridad Nacional de Hungría, Gyorgy Bakondi, en declaraciones a la emisora Kossuth, este año detuvieron a 387 presuntos culpables de tráfico de personas en su país, un crimen que representa un 12 por ciento de su población carcelaria, siendo una ’’carga extraordinaria’’ para el Estado.
Ante esta nueva medida, Austria ha reaccionado con preocupación. El Ministerio de Interior austriaco ha informado de que se ha puesto en contacto con las autoridades húngaras para ’’preparar una contramedida’’, según declaraciones a APA.
Las personas liberadas son ’’criminales que pueden pertenecer al crimen organizado’’, ha denunciado Austria, y ’’sus actos brutales ponen en peligro vidas humanas’’.
Además de reforzar el control fronterizo, el Ministerio reevaluará su cooperación con las fuerzas de seguridad húngaras, al mismo tiempo que está considerando tomar otras medidas al respecto.
Fuente: (EUROPA PRESS)