Los cambios de hábitos en el comercio electrónico o e-commerce llevarán a España una reducción del 41 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono en 2030 y del 61 por ciento para 2040, según un informe de la consultora Oliver Wyman encargado por Amazon, que afirma que se trata de una reducción mayor que el resto de países.
El informe ’Delivery Decarbonization Pathway’ indaga en los diferentes elementos que incrementan las emisiones en este tipo de comercio para ’’obtener información sobre cómo reducirlas de cara al futuro’’, según ha explicado el socio de Retail y Bienes de Consumo y Performance Transformation Lead en Iberia de Oliver Wyman, Sam Taylor.
El trabajo advierte de la ’’generalización de las mejores prácticas, el despliegue de tecnologías emergentes de motorización limpia y la mejora de las matrices energéticas de los países europeos’’ contribuirían a la reducción de un 30% de las emisiones a nivel europeo en el año 2030.
Tras el estudio de los hábitos de consumo electrónico en Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido y Suecia les ha permitido concluir que España encabeza la lista con las cifras más altas de emisiones debido a los ’’amplios recorridos de última milla’’ (400 gCO2e), mientras que, en el caso opuesto, está Reino Unido con distancias recorridas más cortas que los demás (150 gCO2e).
Por su parte, las emisiones de edificios son menores en Francia y Suecia debido a sus ’’bajos factores de combinación energética residual’’ con porcentajes ’’relativamente elevados’’ de energía nuclear y renovable. Los combustibles fósiles suponen una pieza de la que depender para Alemania e Italia, ambos con cifras elevadas.
Para los expertos las principales diferencias entre las emisiones de CO2e de los países europeos responden ’’a combinaciones de fuentes de energía (porcentaje de fuentes nucleares o renovables frente a fósiles), lo cual ’’depende principalmente de las políticas energéticas nacionales’’.
La conducta comercial ha demostrado una preferencia por la entrega a domicilio (60%) y así lo demuestran el 80% de los paquetes enviados en cinco de los seis países. No obstante, el informe ha atisbado un aumento ’’considerable’’ en la popularidad de alternativas como los buzones, la recogida en tienda o el click-and-collect.
Asimismo, el informe concluye que existen ’’diferencias considerables’’ entre las emisiones de la entrega nacional estándar para un paquete de un kilogramo (1.075g de CO2e de media), los envíos internacionales por avión con entrega en 10 días desde un almacén asiático a un consumidor europeo (6.392 g de CO2e de media) y los envíos entre países europeos por carretera con plazos superiores a uno o dos días al nacional estándar (1.245g/CO2e), con incremento entre un 15% y un 20% respecto a la segunda modalidad.
’’La mejor manera de minimizar las emisiones por paquete es masificar la entrega en la última milla (no reducir la velocidad de entrega), especialmente utilizando los vehículos más grandes en la línea de reparto y maximizando sus cargas’’, ha señalado la responsable de Retail y Bienes de Consumo en Iberia de Oliver Wyman, Beatriz Fernández.
El estudio ha detallado que el número de edificios o sedes por las que pasa un paquete influyen en el nivel de emisiones. Asimismo, las emisiones pueden ser hasta un 10% menor para los centros de distribución suburbanos situados a menos de 100 kilómetros de una gran ciudad.
Las variaciones en las emisiones de envíos a puntos de recogida-depósito o pick-up-drop-off (PUDO) en tiendas y/o buzones se pueden ver modificadas en función del tamaño de la ciudad, pudiéndose reducir entre un 10% y 15% en las grandes y medianas ciudades debido a una red mayor de puntos ’PUDO’ mientras que en las ciudades muy pequeñas se llega a generar hasta un 15% más de CO2 debido al aumento del uso de vehículos por los consumidores para recoger los paquetes.
Además, las entregas en menos de una hora desde establecimientos dedicados a la venta online generan entre 150% y 200% emisiones más que el envío estándar, en el cual las tiendas físicas son las que mayor impacto medioambiental generan suponiendo la contaminación de sus edificios un 65% del total de las emisiones generadas en esta modalidad.
Para alcanzar un comercio digital sostenible el estudio recomienda ’’actuar sobre todas las fuentes de emisiones’’ mediante la generalización de las ’’mejores prácticas’’ actuales, el despliegue de tecnologías emergentes de motorización limpia y la mejora de las matrices energéticas de los países.
Así, ha señalado que el empleo de energías limpias en un 20% del transporte y la electrificación de un 80% de los vehículos de última milla o tramo en el ciclo de envío podrían contribuir a la reducción de las emisiones del transporte en un 20%.
La descarbonización del transporte de larga distancia y de última milla, según el informe, reducirían hasta un 47% de emisiones de CO2e. A esto añade que, para lograr los objetivos energéticos, las emisiones de los edificios de logística tendrían que reducirse en un 43%; en un 30% el impacto de los embalajes y en un 34% la producción de electricidad.
A largo plazo, estas prácticas de descarbonización permitirían una ’’disminución generalizada’’ entre un 55% y un 60% de las emisiones de CO2e (hasta 448g de CO2e). No obstante, los consultores insisten en la necesidad de compromiso de los minoristas, los operadores de transporte y los gobiernos para alcanzar una reducción de entre 8 y 12 puntos porcentuales de las emisiones de CO2e en cada uno de ellos.
En lo que respecta a España y en comparación con el resto de países, la consultora ha advertido de una diferencia en los hábitos de consumo y la mentalidad de los consumidores electrónicos españoles. Así, los datos han reflejado que solo un 25% de los españoles –frente al 31% europeo– está concienciado con el impacto ambiental de e-commerce y pero el 10% está dispuesto a retrasar la entrega de su pedido para mitigar las emisiones de CO2.
A esto añaden que en torno el 80 o 90% de los envíos de paquetes en España se realizan a domicilio y recuerdan las altas emisiones de un envío nacional estándar (1.130 g de CO2e) al no pasar por ninguna estación tras la salida de los centros de logística y contar con un recorrido mayor de última milla, que supone el 60% de las emisiones.
Las distancias del transporte de largo recorrido, con 680 kilómetros de media, se sitúan entre las más elevadas de los países europeos debido a la ubicación de las ciudades ’’cerca de la costa’’ y al elevado porcentaje de los pedidos procedentes de Madrid.
Las entregas de este tipo en ciudades medianas genera un 7% menos emisiones que en las grandes ciudades, por su proximidad a las sedes de logística, mientras que los envíos nacionales al día siguiente suponen un 20% y un 30% más de emisiones.
El estudio concluye también que, si se apuesta por la descarbonización y se reduce la dependencia de los combustibles fósiles, España logrará reducir un 41% de las emisiones para 2030 (hasta 663 g de CO2e) y hasta un 61% menos para el año 2040 (440 g de CO2e de segunda reducción). A nivel europeo, prevé alcanzar una cuota de energía limpia superior al 80% y reduzcan las emisiones en más de un 50%.
Asimismo, han señalado como tarea el tratamiento entre un 40% y un 45% de las emisiones actuales para ’’la plena neutralidad climática’’ con la ’’compensación de las emisiones residuales’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)