Naciones Unidas ha denunciado este lunes la ’’persistente amenaza’’ a la que se enfrenta la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), después de que cuatro ’cascos azules’ hayan resultado heridos porque el convoy en el que viajaban chocó contra un artefacto explosivo.
Los miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz sufrieron heridas leves y recibieron un tratamiento médico inmediato, según ha explicado el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa.
El portavoz ha explicado que minutos después del incidente, ’’una búsqueda en los alrededores descubrió un segundo artefacto explosivo improvisado, que fue detonado con éxito’’; mientras que ese mismo día, la MINUSMA detonó otro artefacto explosivo improvisado en un lugar distinto.
Dujarric ha señalado que este incidente ’’pone de relieve la persistente amenaza a la que se enfrentan cada día nuestros colegas de las fuerzas de mantenimiento de la paz cuando intentan realizar su trabajo’’.
Las tensiones en Malí han aumentado en los últimos meses entre la junta militar instaurada tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021 y el Marco Estratégico Permanente (CSP, según sus siglas en francés) –que integra a antiguos rebeldes tuareg y a miembros de milicias progubernamentales– en medio del aumento de la inseguridad a causa de los ataques por parte de grupos yihadistas.
Malí y el resto de los países del Sahel han experimentado durante los últimos años un recrudecimiento de la violencia, tanto por parte de grupos vinculados a las ramas de las organizaciones terroristas Al Qaeda y a Estado Islámico que operan en la región, como de tipo intercomunitario. Además, los abusos por parte de las fuerzas de seguridad han ayudado a estos grupos a engrosar sus filas.
Fuente: (EUROPA PRESS)