El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se han reunido este lunes sin llegar a un acuerdo sobre la posible ampliación del límite de gasto y el techo de endeudamiento que la Casa Blanca considera vital.
Biden ha considerado, en un comunicado posterior al encuentro, que aunque no han llegado a una conclusión firme y ’’tenemos desacuerdos’’, continuarán trabajando junto con sus equipos para conseguirlo.
’’Reiteramos una vez más que el impago no está sobre la mesa y que la única manera de avanzar es de buena fe hacia un acuerdo bipartidista’’, ha asegurado.
McCarthy, que ha hablado con la prensa tras el encuentro, lo ha calificado de ’’productivo’’, adjetivo que viene usando en las últimas semanas para describir las discusiones con el mandatario, aunque ha asegurado que sus diferencias ’’siempre han sido las mismas’’: ’’Creo (…) que hay que gastar menos de lo que gastamos el año pasado’’.
A pesar del estancamiento, McCarthy ha considerado que ’’el tono de la conversación ha sido el mejor de todas las discusiones que hemos tenido’’. ’’Los dos sabemos, los dos hemos hecho esto durante mucho tiempo, cuáles son nuestras diferencias, hemos expuesto nuestros puntos de vista, y creo que ha sido productivo en ese sentido’’, ha afirmado.
En declaraciones antes de la reunión, Biden aseguró que es ’’optimista’’ y ve posible un acuerdo, aunque éste aún no haya llegado. El presidente cree que ambos tienen que llegar a un resolución que convenza a ambos partidos, tanto en el Congreso como en el Senado, dos cámaras que están divididas ’’prácticamente por la mitad’’ y que por lo tanto necesitan un ’’acuerdo bipartidista’’ para aprobar cualquier medida.
En cuanto al gasto, Biden –que ha cancelado parte de sus compromisos internacionales para poder negociar en persona esta cuestión– ha afirmado que, en su opinión, ’’hay que mirar también los ingresos’’. ’’Así que sí, tenemos algunos desacuerdos, pero creo que seremos capaces de llegar a donde tenemos que llegar, ambos tenemos una gran responsabilidad’’, ha sentenciado.
Los equipos de ambos políticos deberán continuar trabajando para alcanzar un acuerdo antes del 1 de junio, fecha límite en la que Estados Unidos debe hacer frente a su deuda. De no ser así, según la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, provocaría ’’una catástrofe económica y financiera’’ que desencadenaría una recesión mundial y amenazaría con socavar el liderazgo estadounidense.
Cualquier acuerdo debe ser aprobado por la Cámara de Representantes, en la que actualmente tienen mayoría los republicanos, mientras que el Senado está bajo control del Partido Demócrata.
Fuente: (EUROPA PRESS)