Compañeros y amigos del que fuera concejal del PP en el Ayuntamiento de Durango (Vizcaya) Jesús María Pedrosa Urquiza han declarado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga su asesinato a manos de ETA el 4 de junio de 2000 que tanto ellos como él asumían que la organización terrorista acabaría matándolo.
Los también miembros del PP Carlos García y Juan José Gaztañazatorre, y José Urquizo, ’’amigo personal’’ de la víctima, han testificado ante el responsable del Juzgado Central de Instrucción Número 1 Alejandro Abascal, que acordó escucharles a petición de Dignidad y Justicia (DyJ).
La asociación de víctimas alegó en su escrito, al que tuvo acceso Europa Press, que era necesario escuchar su testimonio porque los tres ’’tienen conocimiento pleno de los hechos’’, específicamente del ’’acoso, las amenazas y la persecución que Pedrosa Urquiza sufrió, por parte de la organización terrorista ETA, antes de ser asesinado’’.
Según las fuentes jurídicas consultadas, el juez les ha preguntado si Pedrosa Urquiza les hizo conocedores del hostigamiento que sufría por parte de ETA, incluso si creían que él tenía la sensación de que le iban a matar, a lo que los tres han respondido que sí, que tanto ellos como él asumían que así sería.
Además, han transmitido al instructor lo vivido durante esos años. Han contado que sufrieron pintadas, que dibujaban la silueta de un cuerpo en el suelo como si de un cadáver se tratara, llegando a poner un féretro con velas delante de sus casas.
A ello han sumado que recibían llamadas telefónicas de madrugada de gente riéndose. En algunas ocasiones, les llegaban a decir ’’pim, pam, pum’’, simulando el sonido de los disparos.
En concreto, Carlos García ha recordado que el funeral de Pedrosa Urquiza fue el primero al que asistió por un compañero de partido, indicando que después de su muerte le hicieron la vida imposible, con cientos de amenazas.
EXPULSIONES FORZADAS Estas declaraciones se enmarcan en la investigación iniciada el pasado mes de febrero por Abascal contra 10 ex dirigentes de ETA por el asesinato de Pedrosa Urquiza, así como por la posible responsabilidad de los imputados en la política de expulsiones forzadas en País Vasco y Navarra.
El juez investiga por un delito de asesinato, coacciones y amenazas terroristas a los jefes de ETA en el momento de los hechos: Javier García Gaztelu, alias ’Txapote’; Ignacio Miguel Gracia Arregui, ’Iñaki de Rentería’; Juan Antonio Olarra, ’Juanvi’; Juan Carlos Iglesias Chouzas,’Gadafi’; Asier Oyarzabal, ’Baltza’; María Soledad Iparraguirre, ’Anboto’; Miguel Albisu Iriarte, ’Mikel Antza’; Vicente Goicoechea, ’Willy’; Ainhoa Múgica, ’Olga’ y Ramon Sagarzazu, ’Ramontxo’.
Las pesquisas parten de una querella de DyJ donde se denuncia que Pedrosa Urquiza fue ’’una de las numerosas víctimas’’ de la ’’política de expulsiones forzadas del País Vasco dirigida por la zuba –el máximo órgano de dirección de ETA– bajo amenaza de muerte’’.
Abascal entendió igualmente que la muerte de Pedrosa Urquiza no fue solo un asesinato terrorista, sino que supuso además ’’una amplificación y un refuerzo de esa amenaza terrorista, formando parte de esa estrategia de terror continuada y no puntual, indiscriminada y persistente, hasta el año 2011’’.
’’Con eso no solo se acaba con la vida de la concreta persona, en este caso el señor Pedrosa Urquiza, sino que se alimenta ese clima de amenaza creado con vocación de perdurar durante el tiempo’’, expuso el juez.
Señaló que fue en ese contexto cuando ETA terminó con la vida del concejal ’popular’ en Durango. Cuando regresaba caminando a su domicilio, un etarra se le acercó por detrás y le disparó en la nuca, causándole la muerte de forma casi instantánea. Un segundo terrorista, también sin identificar, recogió en un vehículo al autor del atentado y ambos se dieron a la fuga.
Fuente: (EUROPA PRESS)