Las autoridades indias han revisado este domingo a la baja el número de fallecidos en la catástrofe ferroviaria del pasado viernes en el estado de Odisha, donde un choque múltiple de trenes ha dejado al menos 275 fallecidos y 1.175 heridos por una combinación, apuntan las últimas investigaciones, de error técnico en el sistema de señalización y negligencia de las personas responsables del mismo.
’’La cifra de muertos es 275, no 288, porque resulta que hemos contado algunos cuerpos dos veces’’, ha indicado Pradeep Jena, secretario general de este estado indio, próximo a la costa este del país. De los fallecidos, 88 han sido ya identificados y de los 1.175 heridos, 793 han recibido ya el alta médica, ha añadido en declaraciones recogidas por la cadena india News18, aunque no se descarta que la cifra vuelva a subir en las próximas horas.
Mientras tanto, el ministro de Ferrocarriles del país, Ashwini Vaishnaw, ha explicado en las últimas horas que las nuevas hipótesis del siniestro apuntan a un ’’cambio en el sistema de enclavamiento electrónico’’, responsable de la circulación de los trenes. Según el ministro, los investigadores han identificado a las personas que se ocupan de este sistema para averiguar quién fue el responsable del mencionado cambio.
Por su parte, la integrante de la junta de la comisión de operaciones de la Junta Nacional de Ferrocarriles, Jaya Varma Sinha, ha dado este domingo más detalles sobre la forma en la que ocurrió el siniestro, que atribuyó prácticamente por entero al expreso de Coromandel, el tren afectado por el mencionado ’’cambio’’ de señalización.
El expreso acabó saltando de la vía principal a una línea secundaria de servicio circular donde se estrelló a casi 130 kilómetros por hora contra un tren de mercancías parado — y no descarrilado previamente, como apuntaban algunos medios indios al poco del accidente –.
Los vagones del expreso ’’saltaron por los aires’’ y acabaron de nuevo en la vía principal. Allí circulaba otro expreso, el de Yesvantpur, dos de cuyos vagones se estrellaron aproximadamente a la misma velocidad contra los restos del Coromandel, lo que terminó de provocar el accidente en masa. A bordo de ambos expresos viajaban unas 2.000 personas.
La responsable también se defendió de las críticas ante la ausencia del mecanismo automático de detención Kavach, empleado en India para parar en seco a los trenes antes de cualquier posible colisión. ’’En esta situación no hay nada que se hubiera podido hacer al respecto porque no existía la distancia suficiente como para que el mecanismo hubiera reaccionado’’, ha declarado.
La responsable espera que al menos dos líneas de ferrocarril de la zona afectada vuelvan a operar a partir de las 20.00 (hora local, en torno a las 17.00 en la España peninsular) gracias al buen ritmo de los trabajos de reparación.
Fuente: (EUROPA PRESS)