En un giro sorprendente, astrónomos del Centro de Planetas Menores (MPC) de la Unión Astronómica Internacional detectaron un objeto cercano a la Tierra (NEO) a principios de enero. Este objeto, inicialmente identificado como un asteroide y bautizado como 2018 CN41, se encontraba a sólo 240.000 kilómetros de nuestro planeta. Sin embargo, tras una breve investigación, se reveló que no se trataba de un asteroide, sino del famoso Tesla Roadster lanzado al espacio por SpaceX en febrero de 2018.
El Tesla Roadster, conducido por un maniquí llamado Starman en honor a la canción de David Bowie, fue lanzado como carga útil del cohete Falcon Heavy desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida. El objetivo del lanzamiento era probar las capacidades del cohete, y el coche eléctrico ha estado orbitando el Sol desde entonces.
Este descubrimiento ha generado tanto asombro como confusión en la comunidad científica, ya que el Tesla Roadster se encuentra en una órbita elíptica que lo lleva más cerca de la Tierra que la Luna en algunos puntos. Aunque no representa un peligro para nuestro planeta, el incidente ha puesto de relieve la necesidad de mejorar los métodos de detección y seguimiento de objetos espaciales.