La ONG Human Right Watch (HRW) ha denunciado que un abogado en que esperaba el veredicto en un caso de manipulación de testigos ante la Corte Penal Internacional (CPI) fue encontrado muerto en su casa en la capital, Nairobi, el pasado 26 de septiembre de 2022, motivo por el que ha instado a abrir una investigación para determinar el motivo de la muerte.
Paul Gicheru, el acusado, había estado esperando un veredicto en su juicio por supuestos cargos de manipulación de testigos relacionados con un caso contra el presidente de Kenia, William Ruto, según ha sabido la organización.
Por este motivo, HRW ha hecho un llamamiento a las autoridades de Kenia, con la asistencia de la CPI, para investigar el fallecimiento de Gicheru de manera «rápida, exhaustiva y transparente», después de haber reportado que los resultados iniciales de su autopsia no fueron concluyentes.
«Con la muerte de Paul Gicheru y el fin del caso de la CPI en su contra, a los kenianos se les volverá a negar una parte de la verdad, esta vez sobre los esfuerzos para interferir con llegar al fondo de la responsabilidad por los asesinatos y represalias por motivos étnicos durante la guerra de 2007 en Kenia y la violencia postelectoral de 2008», ha sostenido la directora de justicia internacional de la ONG, Elizabeth Evenson.
«La policía de Kenia debería investigar su muerte de manera exhaustiva y transparente», ha añadido.
Las afirmaciones sobre la interferencia de testigos persiguieron los esfuerzos de la CPI para llegar a la verdad sobre quién era responsable de los presuntos crímenes contra la humanidad durante la violencia posterior a las elecciones de 2007 en Kenia.
Gicheru era una de las tres personas buscadas por el tribunal por cargos de manipulación de testigos. Se entregó a la corte en noviembre de 2020, después de los procedimientos previos al juicio, que comenzó en febrero de 2022 y concluyó en julio de 2022. Otras dos personas siguen sujetas a órdenes de arresto pendientes, según HRW.
Las decisiones en el caso contra Ruto y un coacusado, en el que se anularon los cargos en 2016, sugirieron que hubo «esfuerzos sistemáticos» para corromper a los testigos, incluso mediante sobornos.
A finales de 2014, un testigo, Meshack Yebei, desapareció y luego fue encontrado muerto después de que los fiscales de la CPI lo nombraran como intermediario en el caso de Gicheru.