El Departamento del Tesoro ha anunciado este viernes nuevas sanciones contra cuatro miembros de una célula del Estado Islámico en Sudáfrica y ocho de sus empresas por brindar apoyo técnico, financiero o material al grupo terrorista.
«El Departamento del Tesoro se dirige a personas clave en la red de Estado Islámico en Sudáfrica, así como a sus activos comerciales, que han desempeñado un papel fundamental para permitir el terrorismo y otras actividades delictivas en la región», ha explicado en un comunicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
Los sancionados — entre los que se encuentran los hermanos Nufael Akbar y Yunus Mohamad Akbar, así como Mohamad Akbar y Umar Akbar– forman parte de una célula de Estado Islámico con sede en Durban, Sudáfrica, dirigida por Farhad Hoomer.
Mientras Nufael Akbar es una figura de mando central en la célula, su hermano Yunus es su coordinador logístico. Por su parte, tanto Mohamad Akbar como Umar Akbar fueron arrestados en 2018 por las autoridades sudafricanas junto con Hoomer por su participación en un plan para desplegar artefactos incendiarios improvisados cerca de una mezquita y edificios comerciales.
Estas sanciones se producen casi dos semanas después de que la Embajada de Estados Unidos en el país advirtiera que existe el riesgo de un ataque terrorista en Sandton, al norte de Johannesburgo, sin proporcionar más información.
«El Gobierno de Estados Unidos ha recibido información de que los terroristas podrían estar planeando perpetrar un ataque contra grandes concentraciones de gente en un lugar no especificado del área de Sandton», rezaba la alerta emitida por la legación norteamericana.
Johannesburgo no ha sufrido un gran atentado en las últimas décadas, aunque el país está bajo amenaza del grupo Estado Islámico, que ha advertido de posibles ataques como represalia por la implicación sudafricana en operaciones antiterroristas en el norte de Mozambique.
