
Los oficiales militares etíopes y los rebeldes de la región de Tigray han acordado formar un comité conjunto para implementar un programa internacional de «desarme, desmovilización y reintegración» y facilitar corredores humanitarios, tras cinco días reunidos en Nairobi.
El anuncio se ha producido este sábado después de que haya llegado a su fin la negociación entre los principales comandantes militares del Gobierno de Etiopía, encabezados por el mariscal Berhanu Jula y las fuerzas de la región de Tigray, con el teniente general Tadesse Worede a la cabeza, según informa ‘Addis Standard’.
Jula ha afirmado, en la comparecencia con los medios, que las dos partes «han estado comprometidas con buen espíritu» durante toda la conversación y ahora esta se dedicaran de pleno a implementar el acuerdo.
Por su parte, Tadesse, ha sostenido que la gente de Tigray ha «sufrido una miseria incalculable durante los últimos dos años y aún continúa sufriendo» por lo que ha señalado esta comisión como la «esperanza y la expectativa» de que este sufrimiento llegue a su fin pronto, según ha recogido el citado medio local.
Entre los puntos sellados, ambas partes han acordado garantizar la seguridad de los trabajadores y las organizaciones humanitarias cuando asistan a aquellos que lo necesiten en la región de Tigray y en su vecina, además de proteger a los civiles de estos territorios, aunque el texto del cese de hostilidades no reconoce a Eritrea por su nombre, sino que menciona en su lugar «fuerzas extranjeras».
Después de la comparecencia han formalizado el acuerdo a través de la firma de la Declaración del Plan Ejecutivo del Acuerdo de Paz de Pretoria.