La región de América Latina y el Caribe recibió un total de 142.794 millones de dólares (138.066 millones de euros) de inversión extranjera directa en el año 2021, lo que supone un 40,7% más que en el año 2020, aunque siguen sin recuperarse los niveles previos a la pandemia.
Según el informe anual ‘La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2022’ elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región perdió participación como destino de las inversiones mundiales -que se incrementaron un 64% en 2021, hasta los 1,6 billones de dólares (1,54 billones de euros)– y solo representó el 9% del total frente al 14% que alcanzaba en 2014.
La reactivación de las inversiones durante el pasado año se produjo en todas las subregiones, con México(23%), Chile (11%), Colombia (7%), Perú (5%) y Argentina (5%) como los países que recibieron las mayores cantidades.
En Centroamérica, Costa Rica se posicionó como el principal receptor de la zona por segundo año consecutivo, mientras que en Guatemala una adquisición de gran magnitud en el sector de las telecomunicaciones explicó el considerable aumento registrado. Panamá, por su parte, logró recuperarse después del fuerte golpe que recibieron las inversiones en 2020.
Por origen, la Unión Europea y Estados Unidos fueron los principales inversores en Latinoamérica durante el pasado ejercicio, representando el 36% y 34% del total, respectivamente.
SECTOR SERVICIOS Y RECURSOS NATURALES, LOS MÁS DINÁMICOS Los sectores de servicios y recursos naturales, con aumentos de 39% y 62%, respectivamente, fueron los más dinámicos, según el documento de Cepal. Por el contrario, en el área de las manufacturas, se dio una caída de entradas de inversión del 14%, debido a la disminución de inversiones en Brasil.
A su vez, las telecomunicaciones y las energías renovables se mantuvieron como los sectores que despiertan el mayor interés de los inversores extranjeros para la realización de nuevos proyectos. Sin embargo, los anuncios de nuevos proyectos de inversión no repuntaron en 2021 y están en su punto más bajo desde 2007 (49.791 millones de euros).
«En una región con bajos niveles generales de inversión, la inversión extranjera directa es fundamental para el diseño de una política productiva», ha enfatizado el secretario ejecutivo de Cepal, José Manuel Salazar. «Para lograr un impacto positivo de la inversión extranjera directa es necesario atraer inversiones de alta productividad. Las crisis en cascada que vive la región nos obliga a definir estrategias para posicionar a los países de América Latina y el Caribe en el panorama mundial de inversiones», ha advertido.
INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y DEL AUTOMÓVIL NECESITAN INVERSIÓN El segundo capítulo del informe, dedicado a la inversión extranjera directa en la industria farmacéutica en la región, plantea que la inversión extranjera directa constituye una herramienta estratégica para el desarrollo de capacidades en este sector en América Latina y el Caribe.
En la región, la industria farmacéutica es pequeña (0,4% del PIB de la zona y el 0,2% del empleo), pero tiene una alta productividad, emplea trabajadores calificados y los salarios son más altos que en el resto de la industria manufacturera. Por ello, la región necesita estrategias sectoriales y mecanismos de identificación de inversiones de calidad, complementadas con estímulos a las inversiones nacionales y a la investigación y desarrollo local, según ha subrayado la Cepal.
Por su parte, el documento pone de manifiesto que la industria de los vehículos eléctricos supone «una oportunidad» para promover inversiones y desarrollar capacidades productivas en América Latina y el Caribe. «Los fabricantes de vehículos, mediante modelos de negocio más proactivos, pueden convertirse en agentes para la difusión, el desarrollo y la expansión de tecnologías», concluye el informe.