Los miembros de la OTAN se han comprometido este martes a seguir apoyando a Ucrania para hacer frente a la agresión militar rusa, incluida ayuda para reparar su infraestructura energética ante la oleada «brutal» de ataques de Rusia con misiles y drones contra la red eléctrica.
Durante la reunión de ministros de Exteriores aliados celebrada en Bucarest, Rumanía, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado que frente a las intenciones del presidente ruso, Vladimir Putin, de dejar «a oscuras» a Ucrania y usar el invierno como «arma de guerra», los 30 aliados han señalado su voluntad de sostener el apoyo a Kiev, incluyendo a hacer frente a las consecuencias de los ataques «deliberados» contra la red energética.
«Tenemos que apoyar a Ucrania a reparar y remplazar la infraestructura energética, pero también a defenderse contra misiles. Esa es la mejor forma de defender a los ucranianos de estos ataques y garantizar que Putin no tiene éxito en su intento de usar el invierno como arma», ha asegurado.
La ola de ataques rusos contra ataques civiles refleja que Rusia está fracasando en el campo de batalla, ha reflexionado el primer ministro noruego, afirmando que Putin ataca infraestructuras en respuesta a los éxitos del Ejército ucraniano que ha liberado «mucho territorio».
Sobre el apoyo militar, Stoltenberg ha explicado que hay negociaciones en marcha para dar nuevos sistemas antiaéreos, un debate que ha cobrado aún más relevancia por el incidente registrado en Polonia con un misil ucraniano que alcanzó el territorio aliado matando a dos personas. Para Stoltenberg no se trata de dar nuevos sistemas a Kiev, como las baterías Patriot que hasta ahora los aliados no han desplegado en Ucrania, sino de garantizar que los existentes cuentan con suficiente munición y componentes para ser operativos.
En un comunicado tras la reunión, que ha contado con la presencia de Suecia y Finlandia como invitados mientras se tramita su adhesión, los aliados se comprometen a «continuar e intensificar» el apoyo político y práctico a Ucrania mientras continúa defendiendo su soberanía e integridad territorial contra la agresión rusa y mantener el apoyo «durante el tiempo que sea necesario».
«Los aliados ayudarán a Ucrania a reparar su infraestructura energética y proteger a su población de los ataques con misiles. También seguimos decididos a apoyar los esfuerzos a largo plazo de Ucrania en su camino de reconstrucción y reformas de posguerra, para que Ucrania pueda asegurar su futuro libre y democrático, modernizar su sector de Defensa, fortalecer la interoperabilidad a largo plazo y disuadir futuras agresiones», ha indicado el texto.
REAFIRMAR LA PUERTA ABIERTA A UCRANIA La cita de Bucarest llega 14 años después de la cumbre de líderes aliados que en 2008 reconoció a Ucrania y Georgia como candidatos a ingresar en la alianza, un compromiso que los 30 miembros de la OTAN han señalado que sigue vigente «Reafirmamos las decisiones que tomamos en la Cumbre de Bucarest de 2008 y todas las decisiones posteriores con respecto a Georgia y Ucrania», rezan las conclusiones del encuentro. En rueda de prensa, Stoltenberg ha insistido en la política de «puerta abierta» de la OTAN aunque ha insistido en que el «foco principal» en este momento es mandar apoyo de urgencia a Kiev para que se defienda de la invasión rusa.
El jefe político de la OTAN ha subrayado la intención se seguir aumentando la relación con Ucrania y ha afirmado que el apoyo práctico y el político «van de la mano». «Dando más apoyo práctico tenemos más contacto con Ucrania y le ayudamos a pasar de estándares militares soviéticos a los estándares de la OTAN», ha resumido, sobre las aspiraciones de Ucrania de ingresar en la organización militar.