El Senado de Bolivia ha dado ‘luz verde’ este martes, tras cuatro horas de debate, a la ley del censo después de contar con el visto bueno de la Cámara de Diputados y tendrá ahora que ser promulgada por el presidente boliviano, Luis Arce.
La Cámara Alta ha aprobado la iniciativa con el apoyo de 22 senadores después de varias horas de discusión acalorada entre integrantes de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), según ha informado el diario ‘El Deber’.
El Ejecutivo boliviano tiene diez días hábiles para emitir sus disposiciones. Si no se produce ninguna objeción, la ley de censo será publicada en la Gaceta Oficial del Estado, mientras que si se plantean tendrá que volver al Legislativo.
La ley del censo ha venido acompañada de polémica y enfrentamientos en Santa Cruz, la principal región económica del país y donde la oposición se ha hecho fuerte en las últimas semanas con una serie de protestas en las que se exigía el adelanto del censo.
Así, desde el pasado 22 de octubre, el Comité Interinstitucional Impulsor del Censo de Santa Cruz anunció un paro indefinido de 35 días, aunque tras su aprobación en la Cámara de Diputados –con 91 votos a favor, 25 en contra y tres en blanco–, fue suspendido, según ha informado el diario ‘La Razón’.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, había fijado para marzo de 2024 la realización del censo de población, mientras que los opositores han salido a las calles estos últimos días para exigir que el proceso se lleve a cabo un año antes, en 2023.
La legislación boliviana estipula que el censo poblacional debe realizarse cada diez años, si bien el último se produjo en 2022. El recuento de habitantes podría derivar en la ampliación de recursos económicos, así como un reajuste de la representación en el Parlamento.
Con la aprobación de la ley del censo se da el primer paso para llevar a cabo este mecanismo, aunque por el momento todo apunta a que se seguirá adelante con el plan del Gobierno y el recuento de población se llevará a cabo en marzo de 2024, a pesar de las críticas.