El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este domingo que la prueba de misiles balísticos realizada por Turquía el mes pasado han asustado a Atenas, antes de avisar que Ankara no se quedará de brazos cruzados si Grecia continúa armando sus islas en el Egeo.
Turquía disparó un misil balístico de corto alcance de fabricación local, denominado Tayfun (Tifón) sobre el Mar Negro. El misil puede alcanzar objetivos a una distancia de 561 kilómetros (349 millas) en 456 segundos, según Turquía.
«Dices ‘Tayfun’ y tienen miedo, porque dicen que puede alcanzar Atenas, y desde luego que podría», ha indicado Erdogan este domingo en declaraciones recogidas por Bloomberg.
«Y podría si no mantienes la calma», avisó a Atenas, «si intentas enviar armas que obtuviste de EEUU a las islas». Llegado el caso «un país como Turquía no va andar recogiendo peras: va a hacer algo».
Turquía está cada vez más frustrada por lo que considera una creciente acumulación militar griega en las islas cercanas a su costa y el apoyo militar occidental a Grecia, miembro de la OTAN, con el que Ankara tiene conflictos territoriales desde hace décadas.
Estas fricciones se han intensificado en los últimos años cuando Turquía movilizó su armada para reclamar derechos sobre posibles recursos de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental.
Grecia ha pedido repetidamente a Turquía que deje de cuestionar su soberanía sobre el Dodecaneso, un grupo de islas frente a la costa turca que incluye a Rodas y Kos, que Italia cedió a Grecia después de la Segunda Guerra Mundial.