Anderson Torres, ministro de Justicia con el expresidente Jair Bolsonaro, ha sido detenido este sábado a su llegada a la capital brasileña en un vuelo procedente de Estados Unidos.
Torres, quien era secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia durante la toma el pasado domingo de las sedes de los tres poderes por parte de simpatizantes bolsonaristas, se ha entregado a la Policía Federal y a su llegada tras la prisión preventiva dictaminada el pasado martes por el Tribunal Supremo Federal.
El Supremo considera que la invasión solo pudo ocurrir «con la anuencia y hasta la participación efectiva de las autoridades competentes de la seguridad pública y la inteligencia».
Torres ha llegado a Brasilia en un vuelo de la aerolínea Gol procedente de Miami y que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Brasilia a las 7.17 horas.
El exministro se encontraba de vacaciones con su familia en Estados Unidos cuando comenzó la toma de los tres poderes por manifestantes que pedían un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha –también aliado de Bolsonaro–, destituyó fulminantemente a Torres poco después del inicio del asalto.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ha informado de que el dispositivo de seguridad de Brasilia fue alterado horas antes de la manifestación de tal forma que se redujo significativamente el número de efectivos policiales desplegados en la Explanada de los Tres Poderes.
Además en su domicilio fue hallado un borrador de decreto presidencial denunciando injerencia federal del Tribunal Supremo Electoral para abrir la puerta así a alterar el resultado de las elecciones de 2022 que supusieron la derrota de Bolsonaro y el regreso de Lula a la Presidencia, un documento que se conoce ya como el «borrador del golpe de Estado». Torres ha respondido que este texto estaba «probablemente» en la pila de papeles para desechar.
Torres fue el brazo derecho de Bolsonaro durante su Presidencia en los momentos más polémicos. En julio de 2021 él y Bolsonaro atacaron al sistema electoral empleando datos que luego se demostraron falsos y más tarde criticaron el sistema de urnas electrónicas.
El ministro de Desarrollo Agrícola, Paulo Teixeira, ha valorado la detención de Torres, pero ha señalado que «aún falta el jefe» en referencia a Bolsonaro.
Otras voces afines al Gobierno como la del diputado Guilherme Boulos ha señalado que «el lugar de los golpistas está en la cárcel», mientras el portavoz del Gobierno en el Senado, Randolfe Rodrigues, ha argumentado que «ahora no caben disculpas, cabe responsabilizarse». «Brasil está diciéndole al mundo que no dará espacio al golpismo», ha remachado.
El portavoz del Gobierno en la Cámara de Diputados, Reginaldo Lopes, ha apuntado que Torres «tiene mucho que explicar» sobre el asalto a los tres poderes «y sobre el borrador golpista encontrado en su casa». «Principalmente tendrá que decir a mando de quién hizo todo eso», ha espetado. El futuro portavoz del Partido de los Trabajadores de Lula en la Cámara, Zeca Direcu, ha remachado su mensaje con un «no pasarán».
Mientras, los aliados de Bolsonaro mantienen su silencio mayoritariamente, mientras un abogado del expresidente ha subrayado que éste «siempre ha repudiado los actos ilegales y criminales». «El presidente Jair Bolsonaro repudia vehementemente los actos de vandalismo y estrago del patrimonio público cometido por los infiltrados en la manifestación. Él jamás ha tenido relación o participación en estos movimientos sociales espontáneos realizados por la población», ha añadido.
Fuente: (EUROPA PRESS)