Grupos de mujeres se han manifestado en Afganistán para reclamar los derechos y libertades perdidos desde la llegada de los talibán al poder hace más de año y medio, un tiempo en el que según la ONU los radicales han tratado de ’’borrar’’ de la vida pública a la mitad de la población, relegada de nuevo bajo la excusa de la ’sharia’ y ley islámica.
En Kabul, varias mujeres han salido a las calles este martes, Día Internacional de la Mujer, para reclamar ’’trabajo y educación’’, según Tolo News. También el lunes hubo concentraciones a las puertas de universidades, coincidiendo con la reanudación de unas clases que están ahora reservadas a hombres.
El ministro de Educación Superior, Neda Mohamad Nadim, ha defendido que el veto femenino en la universidad es sólo ’’una decisión temporal’’ y ha explicado que todas las profesoras expulsadas siguen recibiendo su sueldo, en un intento de justificar unos sesgos que se aplican también en la educación secundaria o incluso en el ámbito laboral.
En el último trimestre de 2022, el nivel de empleo femenino descendió en un 25 por ciento, frente al 7 por ciento de caída en el caso de los hombres, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que advierte de que estas estadísticas no son puntuales sino que marcan una tendencia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció esta semana que las mujeres han sido ’’borradas’’ directamente de la vida pública afgana, recluidas de nuevo al hogar y lejos de cualquier órgano de decisión. El régimen talibán no ha incorporado a ninguna mujer, pese a que sí se comprometió a ello tras la salida de las tropas internacionales.
Naciones Unidas ha denunciado una emisión ’’casi constante’’ de normas discriminatorias, hasta el punto de que Afganistán es a día de hoy ’’el país que más reprime los derechos de las mujeres de todo el mundo’’, en palabras de la responsable de la misión de la ONU, Roza Otunbayeva.
’’Confinar en sus casas a la mitad de la población en uno de los países con una mayor crisis humanitaria y económica es un acto colosal de autolesión. Condenará no sólo a las mujeres y a las niñas, sino también a todos los afganos, a la pobreza y a depender de las ayudas en las próximas generaciones’’, ha advertido Otunbayeva.
La ONU estima que 13,8 millones de mujeres y niñas necesitarán este año ayuda humanitaria en Afganistán, en un contexto especialmente complejo porque los talibán carecen d relaciones diplomáticas con otros países y siguen siendo objeto de sanciones por parte de los principales bloques occidentales.
De hecho, la Unión Europea anunció el lunes sanciones contra ministro afgano Mohamed Jalid Hanafi por la restricción a la libertad de las mujeres y niñas, limitando su libertad de expresión y emitiendo castigos contra aquellas que no respeten los edictos del régimen taliban.
Sin embargo, en lo que sí coinciden los observadores internacionales es en destacar protestas como las registradas incluso en este día. La representante especial de ONU Mujeres en Afganistán, Alison Davidian, ha subrayado en un comunicado que ’’las mujeres afganas han demostrado una valentía y una resiliencia increíbles’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)