El Gobierno de Francia ha recurrido una vez más al artículo 49.3 de la Constitución para sacar adelante el resto de los Presupuestos Generales de 2023 a cambio de que la oposición pueda presentar una moción de censura.
La primera ministra gala, Elisabeth Borne, ha hecho uso de esta herramienta constitucional para hacer frente al «trastorno» ocasionado en las futuras cuentas estatales después de que el Parlamento aprobase el lunes dos enmiendas de los ecologistas y socialistas para aumentar la dotación a MaPrimeRénov, el plan que busca implementar la eficiencia energética en domicilios.
Las enmiendas aprobadas supondrían un coste de hasta 12.000 millones de euros, a lo que Borne ha reprochado que «no se pueden sumar miles de millones de euros en gastos sin restarlos de otros ayudas». En vistas de que «no se dan las condiciones para un diálogo constructivo», la primera ministra ha recurrido de nuevo al artículo 49.3 de la Carta Magna.
«Me aseguro de dejar espacio para el debate parlamentario. He comprometido la responsabildiad de mi Gobierno porque el Estado (…) no puede quedarse sin Presupuestos», ha dicho Borne, según recoge la emisora gala BFMTV.
El Ejecutivo galo ha recurrido ya en varias ocasiones a esta herramienta constitucional en apenas quince días, permitiendo así que la oposición pueda presentar mociones de censura que, hasta la fecha, nunca han obtenido el apoyo necesario para desbancar a Borne y su equipo de gobierno.
Los principales grupos opositores, La Francia Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon, y Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, han sido los impulsores de estas mociones que no han recabado los votos necesarios por la negativa de Los Republicanos, quienes se encuentran en la oposición pero por el momento salvaguardan a un Ejecutivo en minoría que cada vez tiene más problemas para sacar adelante sus medidas.