Al menos 16 personas han muerto y otras 25 se encuentran desparecidas como consecuencia de la intensificación de los enfrentamientos en los últimos días entre dos comunidades rivales del suroeste de República Democrática del Congo.
El último incidente ha sido un asalto contra la población de Missia, en la provincia de Kwilu, donde varios hombres armados irrumpieron a tiros el pasado jueves. Esta localidad se encuentra justo al lado de la población de Kwamouth, en la vecina provincia de Mai Ndombé, que lleva siendo desde hace años escenario de una disputa territorial entre las comunidades Teke y Yaka.
Este conflicto ha dejado más de 180 muertos, según el Gobierno de Kinshasa, y varias decenas de miles de desplazados, según la ONU. Además, organizaciones locales han denunciado el precario estado de salud de más de 1.600 niños desplazados dede Mai Ndombé a Kwilu.
El ataque se saldó con 16 fallecidos, 25 secuestrados y decenas de viviendas quemadas, según el administrador jefe del territorio de Bagata, Joseph Mankoto, a Radio Okapi.
Mankoto ha aprovechado para pedir la intervención del Ejército, teniendo en cuenta la proximidad de un despliegue militar a la zona de conflicto.
«Las tropas están en los alrededores de Fatundu», a 25 kilómetros de distancia de Missia, «mientras la población se queja porque las atrocidades, las agresiones, los atentados están ocurriendo en el interior», lamenta.