El Gobierno de Rusia retrasó el anuncio oficial de su retirada de la ciudad ucraniana de Jersón hasta que hubiesen pasado las elecciones de medio mandato o ‘midterm’ en Estados Unidos, para evitar favorecer los intereses políticos del presidente, Joe Biden, según una evaluación de los servicios de Inteligencia norteamericanos.
Altos cargos de la Administración rusa discutieron supuestamente los efectos que tendría en la potencia rival la simbólica pérdida de Jersón, la única capital de provincia que habían capturado las fuerzas leales a Moscú desde que el presidente, Vladimir Putin, dio orden de lanzar la invasión sobre el país vecino el 24 de febrero.
Según fuentes citadas por la cadena CNN, esperar a que hubiesen pasado los comicios norteamericanos era una «condición» para reconocer un retroceso al que las autoridades de Rusia han tratado de restar importancia en términos tanto estratégicos como políticos. La Inteligencia norteamericana considera que Moscú llevaba semanas ultimando el repliegue.
El propio Biden calificó de «interesante» que Rusia hubiese esperado hasta después de las elecciones para confirmar algo que se sabía «desde hace tiempo». «Demuestra que tienen algunos problemas reales», afirmó al día siguiente de la cita electoral, en la que los demócratas se jugaban retener el control de las dos cámaras del Congreso.
Una mayor presencia republicana teóricamente limitará el margen de maniobra de la Casa Blanca para seguir ayudando a Ucrania, en busca de una mayor implicación de otras potencias internacionales como la Unión Europea.