El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado este sábado que el municipio de Soyapango, anexo a la capital del país, se encuentra ahora mismo «completamente cerrado» por el despliegue de unos 10.000 efectivos de seguridad para acabar con la amenaza de las pandillas en el territorio.
«8.500 soldados y 1.500 agentes han rodeado la ciudad, mientras los equipos de extracción de la Policía y el Ejército se encargan de sacar uno a uno a todos los pandilleros que aún se encuentran ahí», ha declarado el mandatario, a través de su cuenta de Twitter.
El mandatario decretó un estado de excepción a finales de marzo –cuando el país llegó a registrar hasta 62 homicidios en tan solo un día– que se ha ido prorrogando los últimos meses y en virtud del que se ha detenido a más de 50.000 presuntos pandilleros.
«Los ciudadanos comunes no tienen nada que temer y pueden continuar haciendo su vida normalmente. Esta es una operación contra los criminales, no contra los ciudadanos honrados», ha añadido el mandatario en el siguiente mensaje.
«La Fase 5 del Plan de Control Territorial ha comenzado», ha zanjado Bukele en relación a este plan de seguridad que, según hizo saber el jueves, consiguió que noviembre se cerrara con un balance de 13 homicidios, situándose por tanto en el mes «más seguro» en toda la historia del país centroamericano.