El Gobierno iraní está ultimando ya los preparativos para construir su nueva central nuclear en la provincia de Juzestán, en el suroeste del país, tras décadas de planificación, y que espera tener terminada para el año 2030.
El máximo responsable de la agencia nuclear iraní, Mohamed Eslami, ha encabezado una delegación al lugar donde se levantará la central de Darjovein, en la frontera con Irak, para examinar los preparativos finales del inicio de las obras, informa la agencia semoficial iraní ISNA.
El reactor tendrá una capacidad de 300 megavatios cuando terminen unas obras cuya negociación se remonta incluso antes de la revolución islámica de 1979. La construcción, cerca del río Karun, fue oficialmente anunciada hace 14 años.
La planta de energía nuclear será construida exclusivamente por empresas iraníes y se espera que las obras terminarán dentro de ocho años. Para entonces, el proyecto habrá costado unos 2.000 millones d euros.
Este anuncio tiene lugar en medio de las difíciles conversaciones para el retorno de Irán al acuerdo nuclear internacional firmado en 2015.
En octubre, Irán presentó una contrapropuesta al último texto presentado por la Unión Europea (UE), que ejerce labores de mediación, para intentar reactivar el acuerdo, si bien Estados Unidos rechazó las exigencias de Teherán y afirmó que trabajaba por su parte en un nuevo documento para intentar reducir las diferencias.